lunes, 27 de febrero de 2012

Pensamiento breve que dediqué a un gran y largo amigo

Voy.
Y no vuelvo.

¡ No sé dónde volver !

Se vuelve a casa,
y mi casa era Susan,
y Susan ya no está.

¡ No sé donde volver !

viernes, 24 de febrero de 2012

La piel de las palmas de mis manos

 Escribí estas líneas el 29 de noviembre de 2010.

Hoy han vuelto a aparecer porque rebuscaba en mis papeles porque mi semana ha sido de añoranzas y melancolías vitales como me decía una amiga de mi alma y porque a veces tengo una sombra que agobia y agita y roba el oxígeno de mis pulmones y mi vientre y mi cuerpo entero cuando recuerdo el oro viejo del cuerpo de mi compañera, oro de fruta de otoño, siempre oro.
Otra amiga que me entra en mis entrañas me dice que aún con ese dolor que arrastro en mi caminar me quiere y que yo no se lo diga porque invado territorios que no debo explorar.

La tierra se traga la sangre y se lo traga todo y avanza lentamente como la lava líquida y pastosa y a mí se me enquistó la lava y la sangre y la tierra como una larva en el alma, y tal vez por eso y porque sabía que eso así sería no la dejé ni partir en paz cuando intenté bombear varias veces su pecho ya exhausto para que su respiración no cejase cuando ya debía de ser así.  
La tierra se tragará hasta mi desolación porque la desolación es la nada y la nada acaba por desaparecer porque es el desierto de la tierra.
Mi intención no era más que una desesperación de egoísmo porque no podía imaginarme ni tierra ni lava ni sangre ni desierto sin ella.

¡ No la dejé ni morir en paz !
Cuanto lo lamento hoy.
Cuanto lo lamentaré y cuanto lameré esta herida que me supura y me a veces me supera.

Pero esto escribí y reescribo hoy.

“Tengo la piel de las palmas de mis manos quejumbrosa.
Tengo la piel de las manos áspera como la hoja de la palmera.
La piel de las palmas de mis manos está huérfana
del verde agua de tus ojos.
Los dedos que prolongan las palmas de mis manos están secos, rígidos y conviven en soledad sin humedad.
Tengo toda la piel de las palmas de mis manos y de mis dedos y de mis brazos y de mi cuerpo necesitados de tu fuego y de tu melena y de tus ojos 
y del calor de tus pechos y de la tibieza de tu vientre 
y de las humedades de tu sexo porque mi piel entera está yerma y huérfana.
Toda mi piel es herrumbre y óxido y tristeza y olvido.
Mi piel necesita de la piel de tu cuerpo.
Las yemas de mis dedos necesitan del roce de las pecas de tu piel.
Mi piel es una queja y mi piel se cuartea,
y mi piel es un desierto sediento de tu piel.
Tengo la piel de las palmas de mis manos quejumbrosa”.

jueves, 23 de febrero de 2012

Un murciélago en Orihuela o Personajes de mi Pueblo (2)

 
UIÉAO, también las cinco vocales en sólo una palabra.

Para no ser menos que Orihuela murciélago apuesta por ponerse un sombrerito en la E de su vocal central y así ¡ toma ya Orihuela ¡ y no me fardes más que yo soy más.

Francisco Casabella escribió antes de morir la novela “Un enano español se suicida en Las Vegas” y yo creo que su protagonista era murciano y estaba en América buscando la E que perdió apostando en algún Casino y antes de conocer a rocky marciano que estaba mucho peor porque extravió además de la E la U y podría ser por los golpes que otro boxeador le dio en su cabeza groggy de boxeo.
Los marcianos de verdad no buscan nada porque no les interesamos para nada porque la gente que no se quiere entre ellos para qué les va a interesar.

Pensaba esto y me encontré en mi pueblo que es un barrio pero con olor de pueblo a mi amigo Alexis que es groggy pero de nacimiento.
Pasea. Mi amigo Alexis pasea. Todo el día. Por las calles del pueblo.
Mi amigo Alexis es presumido y viste americana y corbata y gabardina de cinturón apretado y tiene la cabeza corta y el hocico breve como los murciélagos pero no desarrolló el olfato del ratón ciego porque gasta una colonia que narcotizaría al ratón alado pero sí desarrolló los pabellones de sus orejas y por eso pienso en ellos porque ambos tienen carita de ratón.

Y Alexis me ve por el barrio y yo percibo que en su carita ratonil se le mueve el bigote rubio con la alegría y el jolgorio de un jilguero porque parece que vuele para plantarme un beso sonoro y algo baboso porque me quiere y sabe que yo lo quiero y nos reímos un poquito y chocamos las palmas de las manos como para confirmar nuestra sintonía de cariño y cercanía.

El cuerpo de Alexis se mueve como una S mayúscula pero escrita al revés porque saca pecho y exhibe culo y también una bolsa bandolera con escritos de rotulador que no le queda bien pero el piensa que sí y pasea feliz por todas las calles de  nuestro pueblo.

Mi amigo Alexis entra en todos lo bares y cambia veinte céntimos de  euro por dos monedas de diez y así cree que tiene más dinero. Y como lo conocen no le dicen nada y le dan el cambio y lo entienden cuando mastica las palabras que no comprende nadie menos la gente del pueblo o de los bares del barrio.
Es un hombre de bondad y cálido y sencillo y que quiere sin saber por qué y ese es el querer auténtico. Cuando eres su amigo te da un beso y cuando un amigo que es un hombre te da un beso es porque te quiere.

A mí también me da limones del limonero de su casa para que le haga mermelada y yo se la hago porque no tengo un bar y no puedo darle cambio para sus veinte céntimos de euro y él me regala besos y su candor y su sonrisa y unas cuantas palabras masticadas y chafadas que no entiendo y que escupe desde debajo de su bigote rubito y a mí me gusta porque así es feliz y yo también.

Comenté esta historia de mi barrio a un camarero que es inglés pero que trabaja en mi pueblo y me dijo que mi amigo Alexis y eso que no lo conoce nació groggy pero tiene alma.
Yo le dije que nunca deje de pensar así porque es verdad que mi amigo es especial pero es un alma que camina por las calles de mi barrio y su alma no es de limón sino de membrillo y miel.
Y a lo mejor hasta nos buscan los marcianos porque un soplo de aire tibio dirá que hemos empezado a querer.

Voy a buscar a mi amigo para irnos a Orihuela junto con un murciélago con sombrerito y allí le daré abrazos de mermelada.

martes, 21 de febrero de 2012

El silencio (cómplice) de los eucaliptos



Muchas veces caminé de Casa Carolina a la Casa del Puente leyendo una novela. 
Siempre me gustó hacerlo porque me recordaba el sistema peripatético que aprendí en claustros de los jesuitas para ejercitar al mismo tiempo la lectura y el andar y favorecer la concentración y la comprensión.
La lectura me llevaba y me lleva a la reflexión y la reflexión muchas veces me obliga a la lectura y ambas cosas acababan con los olores de las hojas de los eucaliptos cercanos que están en el Maresme a escasos kilómetros de mi playa y son como todos los eucaliptos muy altos y además glabros por sin pelos y de hojas lanceoladas y de mármol y sus copas me llamaban con su silencioso balanceo.

Fffffhhhhh….., ffffhhhhhh….., fffhhhhhh,…..


Y allí me encontraba muchas veces en el silencio de los eucaliptos con el primo que hacía el amor con su prima violentamente como la violencia del movimiento de las copas cimbreantes de los eucaliptos tan altos que acariciaban nubes de verano.

Y yo me encontraba con aquella chica de melena frondosa y color cobrizo y ojos de eucalipto que venía corriendo en cuanto me veía silencioso a lanzarse en mis brazos mientras repetía tequierotequierotequierotequiero y me bañaba de besos zalameros y salados y al fin también nos ensamblábamos sobre aquel tapiz de hojas pulimentadas y nos amábamos hasta destrozarnos y romper nuestra piel y nuestras piernas y glúteos, y no lo dejábamos hasta que los eucaliptos se desprendían de su corteza y se la regalaban para cubrir su belleza y ofrecerle el calor de después del amor, y esa corteza áspera y frágil y caliente nos cubría y nos abrasaba de olores y de naturaleza  y nosotros le devolvíamos amor con el olor de nuestra piel sudorosa y joven y lasciva y generosa y una respiración profunda y ruidosa y fatigada como las copas de los eucaliptos.

Yo amaba aquel silencio lleno de quejidos de árboles de amor y ahora cuando vuelvo lo lleno de súplicas y de lamentos y de los gritos que no recuperarán nunca más aquellas euforias de la adolescencia y de la potencia y de la belleza de cuerpos jóvenes que se amaban y quisiera incendiar todos los eucaliptos para recuperar olores y los destellos rojos de su melena.

Y después de amarnos con la locura siseante y de cosquillas de algodón de los eucaliptos que danzaban sobre nuestros cuerpos recogíamos la corteza que había sido nuestro lecho y nos servía para encender el fuego del hogar de nuestra casa y repetíamos el amor exhausto y flácido de la madrugada fría de relente, y entonces era yo quien con el silencio y la danza lejana de los eucaliptos le decía teamoteamotequieroteamoteamo muy bajito para no despertarla de su fatiga de amor y le besaba los párpados de sus ojos de eucalipto buscando la delicadeza de las hojas de mármol de las copas de los árboles que seguían gimiendo su silencio.

Yo recogía también las semillas cónicas del eucalipto y las guardaba en mis bolsillos para oler  los perfumes del árbol y del desvarío de amor de nuestros cuerpos.

Hoy vuelvo a veces a los eucaliptos cómplices de mi memoria para recuperar la paz que se rompió en su cerebro y que con su olor contagió y rompió el mío.
Es el silencio que brama y grita y baila y danza y se mece en desorden y que es mi silencio.

Tequierotequierotequierotequiero…ffffhhhhhhhhhhh……fffffhhhhhhh…..

viernes, 17 de febrero de 2012

Correspondencia con mi padre que está en el cielo



¡Cómo me habría gustado llorar contigo, papá!

Han ocurrido muchas cosas desde que te fuiste.
Y está siendo muy duro, papá.
Pero estoy luchando. No te quepa duda.
Tú me enseñaste eso.
A veces flaqueo.
A veces me vence la tristeza, la añoranza, incluso el deseo.
Siento opresión y un enorme peso en mi corazón.
Es que hasta para sufrir hay que tener cierto talento.
Y Mamá y tú me lo ofrecisteis.
La sensibilidad no es del común de la gente.
Permíteme este golpe de soberbia, porque hablamos entre nosotros.
Si estuvieses conmigo sé que me ayudarías.
Lucharíamos juntos.
Pero no te preocupes. Tú descansa.
La muerte fue justa contigo.
¿Plácida? ¿Se puede decir eso de la muerte? Creo que sí.
¡Cuánto sufrimiento te ahorró, entonces, después y ahora!
Ya veremos que hará conmigo, que ni he sido ni seré tan bueno como tú!!!
No creo que merezca tu suerte.
Esa está reservada para almas más nobles que la mía, como la tuya.
Tú eras bueno. Yo, sólo lo intento.

Murió Susan, sí, papá, no te engaño, se fue.
Y me siento aturdido y asustado.
Se me ha pegado el miedo al cuerpo, y el miedo es como una plaga que invade y es difícil de erradicar.
¡Cuesta mucho desalojar al miedo!
Es como las ratas, que aparecen, se reproducen y colonizan.
Me ayuda en este momento pensar que todos pasamos, pero la alondra, cuando ya no estemos muchos, seguirá cantando para todos y para nadie.

 Si hubieses estado en la agonía de Susan,
¡cuánto habrías llorado!
La querías como a una hija, la adorabas tanto como yo.
Te encantaban sus manos largas, finas, delicadas y cuidadas.
A mí me gustaban las tuyas, de hombre refinado, manos sensibles que no olvidaban ser varoniles.

Cuánto me gustaría verte trastabillar por el pasillo de nuestra casa, darte enormes golpazos en tus hombros al cruzar las puertas. ¡Qué risas con mis hermanos, todos pequeños e inconscientes! ¡También reía mamá, pero de amor!
Cuánto he deseado volver a verte sentado con un libro en la mano y la mirada y la expresión concentrada.
Me gustaba observarte, sin que te dieses cuenta, relajado en manos de un whisky reconfortante al fin de la jornada.
Me encantaban aquellos morritos tuyos al degustar el vino de las comidas, justo después de bendecir la mesa en tus vanidades clericales.

Ahora estarías disfrutando con tu Barça, campeón de todo, y reconocido como el Mejor Equipo del Mundo.
En sus filas el mejor jugador mundial, que está aquí sólo para que pudieses decir “Antes eran mejores los jugadores, y el fútbol en general”.
¡¡¡Y un Barça repleto de catalanes!!!
Ah, y España Campeona de Europa y del Mundo con ocho del Barça y muchos de ellos de nuestra tierra, y los que no, de adopción.
Los hubieses gozado delante de tu TV panorámica, para ver bien la pelota, insinuando muecas que luego heredó y mejoró mi hermano José.

Como te gustaría ver a Jerónimo feliz en su trabajo, ya maduro, luchando para prosperar y prosperando y creciendo.
Derramarías sonrisas placenteras con sus mimos a Ruth, malagueña, andaluza en el habla y las costumbres, flamenca y cocinera, pero sobre todo, Madre.
¿No lo sabes?
Feliz con su hija Paula, que es tu primera biznieta y acaba de cumplir tres añitos escorpiones como yo.

Pienso en lo que habrías disfrutado y llorado, y yo contigo, en el enlace matrimonial de Aleix con su Alicia taranconera, pura y dura hembra castellano-manchega, pero con matices mediterráneos y de “Nit de Sant Joan”.

Y ahora estarías en apogeo de planificación y organización para ir a Tarancón, después de que Aleix te hubiese llamado para comunicarte que en abril, aries como él mismo y su hermano, fue padre.
Guárdame un secreto, papá: no se lo digas a él, no se lo digas a nadie, pero yo mantenía ilusión por que naciese una hembra, porque viese la luz una Susana, ya que es así como deseaban llamar a la niña concebida. Y nació Susana en un abril que es de mis hijos y mis nietas.


Me gustaría continuar con aquellos almuerzos y cenas de hombre a hombre que tú instauraste durante mi adolescencia y que ya no abandonamos.
Me moriría de felicidad si pudiese volver a ver tu expresión cuando yo te decía que tenía que comunicarte noticias.
¡Se te desataban los nervios!

Ojalá pudiese llevarte conmigo a Enveitg, y que muy serio me dijeses,
Paco, esta era una de mis ambiciones y no la conseguí.
Tú, sí.
Y te hinchabas de orgullo paternal y yo me sentía feliz porque sabía que estabas orgulloso de mí. Y mamá sin decir nada, acompañándote, acompañándonos.

Cuántas lágrimas se nos hubiesen mezclado en abrazo si el 7 de agosto de 2009 hubiésemos estado uno junto al otro.
Sí, papá, también se fue mamá. Ya descansa contigo.
Bueno, eso sí lo sabes, porque mamá me dice que pasea cogida de tu brazo por todo el firmamento, y que hay días que la agotas con tu ingenio y tus bromas y lo “poca-solta” que llegas a ser, y que no tiene más remedio que decirte, elevando muy poquito la voz, KIIIIIIIIKO!!!

¡Que desasosiego y desamparo para los dos!
Papá, nos abandonan las mujeres de nuestras vidas, de la tuya y de la mía, del padre y del hijo.
Antes hubiésemos compartido mi enorme soledad y tristeza cuando en Enero de 2009 deposité las cenizas de Susan en el mar Mediterráneo, en “Palomares”, más socialista y popular que el Náutico, déjame como siempre me dejaste que haga las cosas a mi manera, y después en Cabrils, en “los gorilas”, zona de juegos de infancia de Susan y zona de reflexión en la madurez, y finalmente en Enveitg, en su huerto, cerca de sus rosas, en el aire fresco de la montaña y más cerca de la línea del horizonte.

 Me acuerdo bien de tu muerte.
Te sorprendió despistado y te fuiste con cara de sorpresa y la boca abierta.
Yo te la cerré, con las artes de los sacamuelas de antaño, con un pañuelo blanco anudado a tu cabeza por debajo de la barbilla.

¡¡¡Quedaste muy guapo!!!

Algo serio tal vez, pero con alguna de tus expresiones vitales, con la seriedad de los momentos importantes, con la alegría familiar y de la intimidad, y con la honradez de todas tus actuaciones.

Papá, cada 14 de noviembre sabes que tenía por costumbre, creo recordar que desde los 14 años, obsequiar a mamá, la mayoría de las veces con “niçes, xocolata i marrón glacé”, por haberme dado la vida, y ahora que te hablo pienso que fui injusto contigo, que parecía que eso no iba nada más que con mamá.

¡Pues hoy mi pensamiento es para ti!
Quiero que leas este escrito allí donde estés, paseando por las nubes con mamá y Susan, haciendo de funámbulo en la línea del horizonte, pintando rojos y verdes con la melena y los ojos de Susan, mirando los partidos del Barça con un telescópico mágico,…
… y yo tendré la certeza de que la has leído porque sentiré tu orgullo de padre en mi alma y mi corazón.

Siempre te llamé papá.
Hoy deseo llamarte Padre.
Necesito de ciertas solemnidades.
¡Cuánto me habría gustado llorar contigo, padre!
¡Y no sabes cuánto he llorado!
¡No sabes cuánto sigo llorando!

jueves, 16 de febrero de 2012

Percepción de Excesos (2ª versión de ATENEU)

Hace unos días, festivo, me fuí a leer al Ateneu barcelonés, calle Canuda.
Jardín romántico. Frío. Entré en el Bar. Caliente.
Mesa de mármol. Fría. Silla de madera sencilla. Caliente.
Libro, cerveza, papel y lápiz. Calor y frío en la bebida.
Una empleada llama la atención de un Socio frente a mi mesa de mármol frío porque se sentaba en su silla de madera caliente con uno de sus pies bajo su trasero. Bajo la silla un suelo de ajedrez. Frío de juego caliente y apasionado.
Otro Socio anciano de sombrero y bastón se entromete para decirle a ambos, primero al Socio y luego a la empleada, que el Ateneu es una Institución libertaria y que por tanto llamar la atención es un exceso.
Yo estaba tentado de hacer lo mismo pero el Socio anciano de sombrero y bastón se me adelantó y yo no tenía muchas ganas de hacer otra cosa que no fuese leer y sabía que entrometerme distorsionaría mi mañana.
Yo bebía mi cerveza a morro. Otro exceso.
Enfrente del chico del pie doblado bajo su trasero y recostado en la silla de madera caliente otro chico con camiseta del Barça de manga corta. Hacía frío. Bastante. Otro exceso, la camiseta y los colores y la manga corta.
A su lado había unos ojos azules preciosos y agresivos por claros y por bonitos y frente a los ojos una melena pelirroja de rizos ensortijados y engominados todavía más preciosa que los ojos. Exceso de ojos y de melena.
No sé lo que me seducía, si los ojos o la melena o el socio libertario, pero algo me seducía.
Tsusui me abandonaba porque el libro caliente cedía a los ojos y a la melena y al Socio libertario.
Me marché a pasear por las Ramblas que es exceso de color y de vida y de sensaciones.
Necesitaba aire frío porque ya me acompañaba el calor en mi corazón.
Volveré a buscar los ojos y la melena roja y el socio rojo. Volveré.

martes, 14 de febrero de 2012

Palabras que sugieren (2)

ORIHUELA

OIUEA, las cinco vocales en una sola palabra.
Palabra con sabor a pimentón. Olor a huerta de almendro y olivo. Tacto de cáñamo. Oído de seda y morera. Goce de visión grata al contemplar la tierra de Miguel Hernández.
Orihuela esconde la H muda entre sus cinco vocales. Cuando se la reclama, yo reclamo un beso furtivo, una caricia orillada y salada.
Orihuela y sus cinco vocales son como las huellas de la arena de la playa que te siguen y persiguen en el caminar.
Su núcleo rural de La Aparecida desconoce que su vocal es la "U" que requiere de la inflexión bucal.
Orihuela es vega del valle fluvial de secano y de la Costa Blanca, con dos vocales idénticas y estáticas como su mar.
Orihuela es mi nariz y mis párpados entreabiertos, empieza con un beso y acaba con la lengua y el chasquido del paladar, que tiene tres vocales iguales y además se ensimismaron .

domingo, 12 de febrero de 2012

Palabras que sugieren

CARAVANA

Palabra azul y del desierto.
Cuatro "a" que se dan la mano mientras cabalgan por dunas de arena.
Cuatro "a" que se alinean en hilera de camellos de los hombres bereber, que es palabra cabeza y cola como la caravana de dromedarios.
Cuatro "a" que trotan sin levantar polvo porque la arena fina sólo la mueve el viento, con excepción de la tercera "a" que exige más trote en el movimiento facial.
La "v" de caravana debería escribirse al revés y más grande que las otras siete letras por solidaridad con la chepa de los camélidos.
Caravana reniega de la automoción y del oeste americano porque es palabra africana y ancestral.
Caravana es soplo azulado de calor diurno y frío nocturno.

sábado, 11 de febrero de 2012

Personajes de mi pueblo (1)

Lo haré en algún momento.

Eso dije cuando escribí "Pequeño Homenaje a Alfredo Puente" y me refería a los personajes de mi pueblo que no lo es porque es un barrio de mi ciudad aunque es verdad que huela a pueblo.
Creo que ahora tengo ganas de cumplir con mi promesa de contar esas historias pero mira por donde apareces tú, Alfredo. No te lo creerás, periquito, pero te echo mucho de menos.
Hasta alguna exempleada tuya que parecía que era de quita y pon porque debía ser la hermana y fue ella para que tus amigos fuesen a verla a ella y no a ti me pregunta por ti.
Yo creo que la tenías en donde arreglabas trastos y muebles desvencijados para que ahora que han pasado muchos años se ocupe de mí que soy otro trasto para arreglar y ya veremos si tiene tus artes o las aprendió y lo arregla.
Me acuerdo de ti, sí señor.

Pero ahora te voy a dejar un poco aparcadito como a tus muebles antiguos porque me toca hablar de los personajes de mi barrio que es como un pueblo o huele como tal.
Tú conocías a muchos de ellos, como el gabacho con apellido italiano y que es veterinario porque habla como los osos hormigueros que tiene morro largo y estrecho porque lo exige su idioma que es de palabras agudas y poco llanas y ninguna esdrújula porque se tragarían el morro y el bigote, o el padre paleta resabiado e hijo paleto que son paletas andaluces de barrio catalán y que cuando almuerzan en el Bar Bodega de mi esquina debes recurrir a un otorrino porque te atronan los oídos tanto por los decibelios de su tono como por las memeces que sueltan convencidos de que sí, de que es así porque ellos lo gritan, o el portugués cocido y con tarjeta de crédito más cocida porque no sabe con quien cocinó el gasto ni dónde ni cuándo pero que se chamuscó, o el bestia del Obelix de nuestro pueblo que es un barrio que es el que en realidad se cayó en la marmita del druida Panorámix antes de partirme una costilla con su abrazo de oso además de inspirar ese anuncio de TV de pizzas picolini porque cuando en su trabajo la entrega con su moto de pizzero ya se la ha zampado junto con unos cuantos cientos de cafés con leche de la Bodega, o un tipo escuchimizado y algo zambo que tiene como afición y pasatiempo repartir prensa gratuita por todos los establecimientos comerciales de la parte norte y media del pueblo y va soltando un feliz navidad aunque la estación sea verano, o el americano...

Así es mi pueblo, con personajes singulares que son plurales porque juntos forman el barrio que a ti Alfredo y a mí siempre nos gustó, porque es verdad que nos gusta nuestro pueblo.

martes, 7 de febrero de 2012

Palabras que se extinguen

BIRLIBIRLOQUE

Palabra que baila al son de titiriteros.
La propia palabra es artista, fiel reflejo del dicho en el que participa de forma principal.
Se empieza con la boca pequeña y sugerente, y se finaliza con la boca grande y firme, haciendo eco con las palmas de la mano, buscando la máxima audiencia.

sábado, 4 de febrero de 2012

Cambio de registro

Hoy hago un pequeño cambio de registro en las Entradas en mi Blog para solidarizarme con el chiste (yo creo que no es un chiste, sino un pensamiento, una sentencia, y de muchísima importancia) de "El Roto" en el diario "El País" de hoy, cuando dice, acompañando su dibujo de una mujer con cara de cabreo y embarazada, "¡¿Cómo es eso de que el embarazo es mío y el aborto de un psiquiatra, un cura y un juez?!"

Apostilla personal: Que no nos pase nada con el nuevo gobierno, y otra vez de un gallego (sin ningún ánimo de nada, pero ya es casualidad, caray) !!!
P.D.: Prometo hacer pocas incursiones en temas que se alejen de la imaginación, la creatividad, los sentimientos, las ilusiones,... ya que deberemos, entre todos, aportar mucha (creatividad y ganas de muchas cosas) para superar los años grises que nos esperan entre la crisis, que seguirá por bastante tiempo (eso pienso yo), y los que nos ¿gobiernan?.

jueves, 2 de febrero de 2012

De pagonas, grullas y mechas americanas.

El otro día y ya no me acuerdo ni que otro ni que día era mi amiga Marta me invitó a comer a su casa canalones que prepara ella.
Son tan buenos que me llevé una friambrera llena de canalones para repetir comilona en mi casa aunque ahora sin Marta y de propina patatas con atún en un plástico que llaman tuperware y que siempre me ha disgustado porque tenías que abrir todas las tapas para saber qué contenía la cajita.
Creo que los americanos fueron advertidos de que no me gustaban sus cajitas plasticosas y para que no me enfadara con mi compañera hicieron tapas transparentes que dan dolor de cabeza porque te crees que tienes legañas en los ojos o que los tienes entelados porque sigues sin ver nada.

Charlamos, mientras comíamos, pero cuando la boca no estaba llena.
También estaba una hermana mía.
Y mientras comentábamos cosas ví un terrario encima de una mesa junto a la ventana con una pagona orgullosa porque mantenía el cuello estirado de forma permanente. He dicho pagona porque mi amiga me dijo que esa es la raza del lagarto pretencioso, no por otra cosa. Pienso que sería mejor que su raza se llamase pagana porque seguro que sólo cree en sí mismo con ese porte que se gasta.
Al parecer el lagarto tiene un cuñado que como al igual que él se tira de golpe seis meses sin decir una palabra y para hacer algo se dedica a fregar. Será solidaridad con el lagarto, salvo lo de fregar que debe ser porque debe ser muy limpio o por que le gusta, como a mí que me gusta hacer mermeladas y no me gusta degustarlas, así que no todo es tan raro como a veces parece. También hay a quien le da por abrir la puerta de casa por la noche y tirarse encima de la persona que está al otro lado. Lo común radica en el verbo tirar, lo cual no está mal porque asemeja.

Luego se comenta en la mesa que el novio de alguien se va a la radio y habla de grullas como otros comentan si el portero del Barça que se llama Pinto pero que se pone en la camiseta Colorado y la camiseta es azul clarito ha tocado el balón con las manos fuera del área sin ser una grulla sino de El Puerto de Santa María.
Mientras, la novia del de las grullas se va a unos grandes almacenes a comprar un facebook con bolas. Yo como canalones y escucho sin entender ni de bolas ni de grullas ni de colorados azul claro.

Mi hermana da por acabada la charla comentando que una tal Momia se hace mechas californianas rubias en las puntas porque así nos gusta a todos porque está ideal o ella así lo cree y yo pienso que con eso ya es suficiente para hacerse la californiana.
Nos despedimos y como que estábamos en una parte del Ensanche que no conozco mucho me pierdo y pierdo un montón de tiempo para regresar a mi casa y hacer como si estuviese en el pueblo y en realidad estoy en un barrio de una ciudad que dicen que es prodigiosa y creo que lo es.
Al llegar cierro la puerta de la nevera que se había quedado abierta porque me despisté. Supongo.