sábado, 30 de abril de 2016

Relámpago mental desmantelado XLVIII y/o realmente quedar bien no cuesta nada.

 
Sentadito en la terraza que me acoge en estos tiempos recuerdo uno de los acontecimientos que me sucedieron ayer.

La previsión de ayer era de lluvia para hoy sábado y puede que también para mañana domingo, primero de mayo.

Recordé que hace unos días empecé a trabajar en la huerta, y planté cebollas blancas dulces, ajos, zanahoria, rábanos de dos tipos y plantel de ensalada de “roure”.
La idea este año es plantar semana a semana, para así poder disfrutar de la huerta todo el verano.
Es por ello que decidí ir a Puigcerdà, a la Droguería de J.S., y adquirir un producto antilimacos, sobre todo por los caracoles.

Recordé entonces que hace unos años atrás plantamos en la huerta con Susan varios tipos de lechugas (los franceses gozan de mayor cultura que nosotros sobre este aspecto), y esa misma noche llovió de forma persistente.
Por la mañana, al despertarnos, Susan tenía ganas de jugar conmigo y me animó a vestirme rápidamente para ir a la huerta ya que decía que habíamos comprado plantel de crecimiento fulgurante. Me apunté al juego y me vestí de mala manera a toda prisa, creo que sin siquiera ducharme (ya lo haría más tarde).
Y nos acercamos a la huerta, en el jardín trasero de nuestra casa, de forma sigilosa, silenciosa, con el cuerpo medio doblado como para no ser vistos por nadie, muy juntitos, cogidos de la mano, escapándose alguna sonrisilla nerviosa de la comisura de nuestros labios, deslizándose algún besito punteado ligeramente, y… al llegar a la huerta, a pocos metros de la puerta de la cocina de la casa, descubrimos con estupor que del plantel de las ensaladitas… ¡no quedaba nada de nada!

La solución al misterio de la desaparición del plante era fácil y evidente, sólo era preciso fijarse un poco: estaba todo lleno de caracoles y babosas que habían devorado nuestra incipiente huerta.

Creí que Susan se echaba a llorar, creí que yo también, pero nos pusimos a reír, a partirnos de la risa mientras nos besábamos para consolarnos y como para decirnos que qué más daba, que nosotros nos queríamos, nos amábamos, y que a los caracoles también, y que plantel de lechuga lo hay cada domingo en la Feria de Puigcerdà.
Y replantamos la huerta en cuanto llegamos al domingo siguiente, pero ya con las precauciones del antilimaco, que evita que caracoles y babosas impidan el desarrollo de las lechugas porque se las comen de forma inmediata, fresquitas, suavecitas y limpitas gracias la lluvia que las cubrió.
Por eso, ahora que he empezado con la huerta de este año fui a comprar el antilimaco, y rápidamente ante la previsión de lluvias.
Y aquí viene la historia de ayer.

En la droguería, el droguero, que me conoce desde hace años, busca el pote del antilimacos, lee la etiqueta que dicta el precio, 6,80€ y me canta, para ti, 6,50€. Mientras yo le doy las gracias, él se dirige a la caja con el billete de 10€ que le he entregado y me devuelve tres euros con veinte céntimos. Es decir, se cobra el precio indicado en la etiqueta.
Pensé que ya se había olvidado del descuento que me había propuesto, y pensé que por treinta céntimos no merecía la pena decir nada.
Al salir de la droguería recordé que me hacía falta otra producto, guano, para favorecer el desarrollo de los rosales, de los claveles de moro, y otras flores que estoy plantando en el jardín delantero de la casa.
Regreso a la tienda, pido el producto, el droguero lo busca y lo encuentra, lee la etiqueta del precio que dice 9,20€ y me dice para ti, 9€.
Y cuando me devuelve el cambio, esta vez de un billete de 20€, me devuelve diez euros con ochenta céntimos, cobrándose de nuevo el precio estipulado en la etiqueta adhesiva que marca el producto.
Dudo si comentarle el tema o no decir nada, y apuesto por esto último, aunque se me escapa una sonrisa que me parece que el droguero me devuelve.

Por la tarde caigo en la cuenta de que el antilimaco que adquirí por la mañana se me quedó corto, por lo que decido volver a la droguería.
Y se repite la operación de la mañana: “Cuesta 6,80€, pero para ti, 6,50€”, me dice J.S. Y cuando me devuelve el cambio, vuelve a cobrarse los 6,80€ que marca la etiqueta.

Pienso en decir algo sobre sus descuentos ficticios o marcharme mudo nuevamente. Decido que se lo voy a preguntar, no por los céntimos del descuento, si no por la curiosidad que me despierta su forma de actuación.
Y su respuesta me deja riendo hasta ahora mismo que lo escribo después de revisar mi memoria en mi terraza favorita con una cerveza espumosa no demasiado fresquita, como a mí me gusta.

Eso me dijo: “Siempre lo hago así, digo que hago un descuento por ser quien es el comprador, y luego cobro lo que marca el producto. Quedo bien y no pierdo ni un céntimo, porque la gente no suele comprobar el cambio. Y si lo hace, simplemente digo, aaayyyyyy, sí, es cierto, disculpa, se me olvidó, aquí tienes, y le doy lo que había dicho que le descontaría. Así de sencillo”.

Me levanto de mi silla, me bebo lo que queda de la cerveza con un trago tan  sonriente que casi me atraganto y concluyo que es bien verdad que quedar bien no cuesta nada.

lunes, 25 de abril de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, en su última edición, define la asertividad como un adjetivo, y este adjetivo significa afirmativo. Al especificar algo más dice: Dicho de una persona, que expresa su opinión de una manera firme.

Bien.
La asertividad, hoy en  día, y en el mundo laboral, en el mundo de los negocios y de los negociantes, se considera una cualidad que ayuda a conseguir los objetivos perseguidos.

Pues aquí lanzo tres consejos para ser asertivos:

1. Expresa tus opiniones de manera honesta.
2. Defiende tus derechos sin violar los ajenos.
3. Aprende a decir NO sin ser agresivo.

Funciona!
El que quiera seguir estos consejos, que lo haga, y el que no, pues aquí paz y allá gloria, porque cada uno está en su derecho para hacer lo que le plazca.

Y me despido hoy, en este intento difícil para mí de ser breve y conciso, copiando una frase de un buen amigo mío, Javier G.F., que me gustó y mucho:
Abrazo semanal para todas y para todos !!!

jueves, 21 de abril de 2016

Sal, salitre, óxido, oxígeno.

 
Siempre construyéndome
y reconstruyéndome.
La morada,
la casa de uno mismo que es el corazón,
el alma,
el sentir,
el latir,
el vibrar.
Los que venimos de zonas costeras,
de junto al mar,
aunque huyamos a la montaña,
siempre regresamos a la sal,
al salitre.
Agua, mar, sal, humedad.
Sal, óxido, oxígeno.
Sal, sal, sal,
humedad, humedad,
óxido, herrumbre, oxígeno de salitre.
Fachadas que se descascarillan, pero que bonitas quedan pintadas de nuevo de amarillo dulce o de blanco reverberante.
Y en el alma siempre desconches, falta de cal, grietas,
y sal, sal, sal
y humedad, humedad, humedad y olor a brea, perfumadita de brea, mi niña mimada, mi mujer amada.
Y en el lecho,
espinas,
escamas,
contrapelos,
cuchillos de pescado,
raspas, salitre,
óxido en el sexo,
anzuelo y cebo,
grito de sal,
herrumbroso.
Alma de marino,
corazón de pescador,
marinero recio,
marinero de rizos despeinados,
hombre del viento salado,
rema, rema, rema hasta la arena,
hasta desfallecer,
no te espera la amada a la que adivinaste con tus dedos
acariciando su piel pero que no conociste,
rema, rema, rema
y construye, reconstrúyete, 
ayer, hoy, mañana,
no te espera porque ella es de tierra adentro
y no sabe de amores de la humedad,
amores de salitre,
de sal,
de óxido,
de oxígeno salado.

sábado, 16 de abril de 2016

Un potro que empieza a ser un caballo viejo.

 
(Este cuentecillo se lo dedico a Susanna Isern, que escribió el soñador y extraordinario cuento titulado “El poltre de la lluna”, y que he explicado en diversas Escuelas de la Cerdanya con enorme gozo por mi parte y de las niñas y niños que escuchaban mi narración).

Hace no muchos años atrás, yo era un potro.

Ahora empiezo a ser, sino lo soy ya, un caballo viejo, cansado y a veces hasta agotado, pero que sigue luchando por intentar que en las cuadras de este mundo se viva mejor.

Hoy he plantado ajos en mi huerta, y estoy molido.
No tengo ni siquiera apetito, por el cansancio de mi cuerpo molido.
Mañana plantaré semillas de zanahoria. Después rábanos y plantel de lechugas. Y luego pepinos. Y después, pues ya veremos.

Cuando empezaba a dejar de ser potro, o tal vez ya no lo era, sí, creo que esto es más exacto, conocí una hembra de mi raza absolutamente fantástica.
Me enamoré como un potrillo, cuando ya no era ni potro, y en un ataque emocional o pasional o de no sé yo de qué carajo, me partí cinco vértebras.

Y me quedé tarado un bastante del físico y un mucho del corazón.
Pero físicamente voy recuperando el punto.

Pero todavía me duele el alma, y en momentos me chirría el cuerpo en muchas de sus articulaciones, porque la hembra que pensé que dominaría mis saltos de potro y dominaría mi destino y controlaría mis cabriolas de potro, me expulsó de su cuadra y de su vida.
Y me cojea el corazón, mi corazón de potrillo.

Ahora vivo enamorado de la luna, porque de las estrellas no puedo, porque se las quise regalar todas, aunque sólo se dejó atrapar una de ellas que es la que hoy día le pertenece.
Pero la luna sigue brillando con su cara de nata celeste, como un enorme brillante, y me acoge melosamente y a veces hasta llora conmigo, lentamente, como los ojos de un caballo viejo.

lunes, 11 de abril de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Unos cuantos consejos más para la vida que nos ofrece  “Dayli Health Gen” en sus “Tips for Healthy Living”.

-    No te lo tomes todo demasiado en serio.
-    Que nunca te importe lo que los demás piensen de ti.
-    Ríe y sonríe a menudo.

¡ Cuánta razón !

No hay nada tan serio y profundo en la vida como para que te conviertas en una persona  que se afecte por problemas, de cualquier naturaleza que sean, porque todos son resolubles.
Prácticamente todos los problemas se resuelven con alegría, con ánimo, e incluso la muerte, como nos enseña Daniel Guirro (perfumista catalán experto en esencias  árabes, 1974 – 2016), puede que sea la “puerta de la libertad”.

Lo que los demás  puedan pensar de ti en la mayoría de las ocasiones son fruto de la envidia, porque a "este le va bien porque tiene suerte o porque  en el fondo no vale nada", o de la admiración, y no olvides que el elogio debilita, o del ánimo de eliminarte, porque mejor que tuvieses una presencia nula en la vida profesional, social o económica, porque ellos desearían ser como tú y no saben o no pueden.

Y reír y sonreír ayuda a tu mente a estar en estado de satisfacción. ¿Alguien lo duda?
Y si encima eres capaz de contagiarla a los demás, serás una persona que sabrá ayudar a encarar sus problemas, y so ya es parte de la solución.

Y si practicas las tres cosas y las consigues, entonces,… entonces ya eres un genio.

Buena semana a todos!!!

sábado, 9 de abril de 2016

Relámpago mental desmantelado XLVII y/o la sumisión.

 
Sentado ayer en mi terraza de costumbre y con una cerveza negra magníficamente tirada por una dominicana negra de difícil nombre, Deyanira, se me ocurre detenerme en las necrológicas de La Vanguardia, tal vez porque me llama la atención una esquela grande y con profusión de tipografías diferentes en cuanto al tamaño y la intensidad de la tinta negra.
Dos esquelas con el nombre y apellidos de la fallecida, viuda de Don fulanito de tal, y a continuación, en el cuerpo del texto, las habituales palabras de falleció reconfortada con los santos sacramentos, y sus hijos e hijas, fulanito, meganito y sus parejas, menganita y fulanita,…. y que el sepelio se celebrará en el Tanatorio X a tal hora determinada.

Nada que decir hasta aquí. Lo normal en las esquelas tradicionales, que sólo varían en el tamaño, porque según las medidas te haces una idea aproximada del poderío económico de la familia del fallecido o fallecida.

Pero de repente, en mi detenimiento observo algo que me llama la atención poderosamente, tanto que se me escurre por entre los labios el primer trago de cerveza negra.
Dos esquelas más comunican el mismo fallecimiento de la Señora en cuestión, mencionando su nombre y sus dos apellidos, y debajo de ellos una frase que reza que es (era) la madre de un Señor que es (desde hace tiempo) el Presidente de una gran Compañía del sector energético catalán.
Estas dos esquelas están firmadas por la Compañía que preside el hijo de la fallecida y por una Fundación perteneciente a la misma Compañía.

Mi  relámpago mental desmantelado me lanza de forma inmediata una pregunta que de entrada me pregunto si es fruto de la espuma de la cerveza negra o es una pregunta normal de mis capacidades de observación y análisis.

Me pregunto si se esa Compañía y esa Fundación tienen necesidad de mostrarse serviles, pelotas, rastreras, aduladoras, tiralevitas, remilgadas, vasallas, sumisas y esclavas con su Presidente, claro está.
¿No es suficiente con comunicar la defunción de la Señora, manifestar el dolor de directivos, empleados y demás, y firmar la esquela?

Concluyo que la que madre de ese Presidente debía de ser una Gran Señora, una extraordinaria mujer, seguro, no tengo por qué dudarlo, y de su hijo ya tengo alguna duda, porque que sus subordinados actúen así me hace suponer un estilo de liderazgo que creo que no compartiría.
Es posible que me confunda, es posible que hoy esté con la cabeza en otro lugar, pero muchas veces me gusta dar total y absoluta libertad a mis relámpagos mentales desmantelados, y hoy el relámpago me dice que este tipo de manifestaciones de empresas del siglo XXI parecen un anacronismo que roza el ridículo por su desproporción.
Doy cuenta de un trago de mi cerveza y me las piro.
Dejo el periódico abierto por la página de las esquelas por si a otro loco como yo se le ocurre observarla e incluso analizarla.
No creo. Estas manías mías merecen exclusividad.

viernes, 8 de abril de 2016

Crónica de el Grito de la Lechuza y/o Català de l’any.

 
Me convoca de madrugada la Lechuza, y me lanza la siguiente reflexión para que este cronista la comparta con sus lectores.

Óscar Camps, socorrista, activista y Director de una ONG catalana  (PROACTIVA OPEN ARMS) que se ocupa y preocupa de los refugiados sirios y de cualquier otra parte, es escogido por la sociedad catalana como CATALÁN DEL AÑO, frente a la candidatura del líder del grupo “Jarabe de Palo”, Pau Monès, y el escritor  Josep Maria Espinàs.

En su discurso, Camps dijo entre otras muchas cosas, que “…unos cuantos voluntarios y voluntarias han hecho más por los refugiados sirios que 28 gobiernos europeos. Europa ha fracasado.”

La conclusión a la que llega la Lechuza es sencilla, fácil, evidente: la sociedad transita por un camino y los políticos que dicen representarnos por otro muy distinto.

Bravo, Óscar, bravo para ti y para todos los voluntarios.
Alzad vuestra voz, gritad lo que hacéis, enseñad a otros a hacerlo, proseguid con vuestra labor,… que los que destruyen vuestras obras ya caerán!!!

Eso me dijo la Lechuza y eso escribo.
Ni más ni menos.

lunes, 4 de abril de 2016

Unas breves letras para un pobre hombre desnortado: Albert Boadella.


Lamento que te sientas, Albert, maltratado en tu tierra, que es Catalunya, y en tu pueblo de Lleida, donde parece que algún desnortado como tú te ha cortado los cipreses que plantaste en tu jardín.
Creo que tu enorme ego, porque leo lo que dices y parece que eres el único catalán que merece la pena de entre los siete millones y medio de catalanes, te hace sentirte el maestro y tutor de Albert Rivera, y según declaras hasta Picasso te parece que era un vendido a la izquierda por sus intereses y, en consecuencia, su pintura estaba condicionada por su ideología. Y no cito más comentarios tuyos porque me aburres con tus complejos y tus vanidades.

Déjame que te diga lo que yo, que soy un catalán más del montón, un don-nadie, sólo un hombre que desea ser bueno y amable con sus vecinos, que intenté ser un buen padre y un buen marido, ahora un buen abuelo de mis nietas, y que sigo luchando por ser un buen ciudadano universal desde mi Catalunya natal, a la que amo porque son mis raíces, el sedimento que me ha construido en lo que soy, y sus costumbres y su lengua y sus tradiciones me han hecho hombre, sin que ello signifique que no ame a todos los pueblos y naciones de este mundo con independencia de su raza, religión, cultura y tradición.

Y esto es lo que yo pienso, y quiero decirte, de las personas como tú, que no encuentran acomodo entre los suyos y se vanaglorian de encontrarlo en otros lugares, como en la ciudad que tú denominas la Capital de las Libertades (Madrid), como si el resto de capitales del mundo, y en especial Barcelona, fuesen la representación de la opresión y la tiranía.

Abert (¿o ahora eres Alberto?), quien no encuentra acomodo entre los suyos, tampoco lo encontrará entre los extraños.
Falseará y mentirá respecto de sus sensaciones porque debe demostrar a los otros que ha encontrado su lugar. Pero él mismo sabe que lo que declara es falso, aunque quede bien de cara a la galería.
El huésped y el forastero  reciben porque tienen qué ofrecer, pero aquellos que reniegan de sus orígenes no ofrecen nada porque están dominados por el rencor, y en consecuencia tampoco recibirán nada.
Y con el paso del tiempo, en su segunda tierra de acogida, porque la primera no fue lo que esperaban encontrar y partirán de ella, renegarán de la primera que en algún momento alabaron, y así hasta el final de sus días, simplemente porque son descastados. Es como aquellos que reniegan de sus madres, unos mal nacidos que nunca encontrarán su lugar en este mudo, y por tanto nos les queda más que renegar de aquello que les es cercano en cada momento de su vida. Desgraciados ellos, sí, son realmente  unos desgraciados.

Lamento que tú seas uno de ellos, porque si tu ego no fuese tan potente estarías agradecido, entre otras cosas, a las oportunidades que esta tierra que se conoce como Catalunya te ha otorgado en tu vida, vida que has alimentado de un término que me gustaría ver desaparecer entre cualquier ser humano: el ODIO.

Y Albert-Alberto, o como quieras llamarte ahora en tu búsqueda de tu ubicación mundanal, ya que no eres más que un bufón (y lo digo con el máximo de mis respetos), ¿por qué no haces una bufonada o parodia de ti mismo?
A lo mejor te haces más  creíble, a lo mejor dejas de pensar que eres el catalán más importante de la historia, a lo mejor aprendes a juzgar a Picasso por lo que le ha hecho universal, que no es otra cosa que su arte y su pintura.
Hasta incluso puede que llegues a pensar que no eres una víctima, que, por si no lo sabes, es un síntoma bastante catalán, de eso de lo que reniegas todos los días.

Espero no haberte molestado, Albert-Alberto.
Con cariño,

Paco Riera.

sábado, 2 de abril de 2016

Cobardía.

 
Todas las personas cobardes son adorables, y por eso yo a ella la sigo y la seguiré adorando.
Yo amo ser intrépido, y por eso a los valientes no nos adora nadie, porque nos puede la arrogancia.