lunes, 31 de octubre de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Estaba este mediodía dejándome lamer por el sol del cierre de octubre en una de mis terrazas predilectas, cuando no puede dejar de escuchar lo que una pareja acaramelada se decían con sus boquitas besuconas muy cerca la una de la otra.
Agazapado tras mi jarra de cerveza y haciéndome el despistado pude escuchar claramente algo como “me gustas porque eres como yo, porque pensamos muy parecido, casi lo mismo,… sí, pensamos igual”.

Me recorrió todo el cuerpo un escalofrío, y no era por el frío de la cerveza, sino porque la frase me estremeció. Me tranquilizó un poco observar que era una parejita muy jovencita, y posiblemente por ello se decían cosas tan terriblemente erróneas.
Tentado estuve de pedir asiento a su mesa y hacerles ver el craso y monstruoso error de sus afirmaciones, pero me resistí a ello al recordar que en mi libreta de notas, poco tiempo antes, escribí algo sobre ese asunto al leer unas palabras de alguien que ahora busco refiriéndose a este aspecto.

Y lo encontré:

“Me gustas porque eres como yo.
Y aquel no me gusta porque es distinto. La simpatía en ese sentido conduce al odio.
Hay que escuchar a la gente con otros puntos de vista o vamos al desastre”.

Declan Donnellan.
Director de Teatro.
León de Oro 2016 en la Bienal de Venecia.

Si este principio, en el que creo profundamente, se aplicase en general en la vida y en especial en la vida política de nuestro país, creo que otro “gallo nos cantaría”. ¿O no?

Feliz semana para todos!!!

sábado, 29 de octubre de 2016

Pensamiento Fittipaldi (XIV).

 
Todas las noches, antes de buscar el sueño, le doy las buenas noches.
Todas las mañanas, justo antes de abrir mis ojos legañosos, le doy los buenos días.
Y siempre, día y noche, le digo, casi siempre sin siquiera abrir los labios, te quiero.

lunes, 24 de octubre de 2016

Pensamientos Fittipaldi (XXIII).

 
Aunque muchos no me creerán, yo soy una persona tímida, y escribo para decirles al oído a la gente cosas en las que creo, cosas que amo.

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Hoy me niego a escribir la Píldora semanal.
Estoy deprimido.
El panorama es desolador.

El P.S.O.E., que ni es partido, ni socialista, ni obrero, pero SÍ español, eso sí, que no falte de eso, por favor, decide la “abstención IMPERATIVA” (es decir, tampoco es democrático) para hacer Presidente al Gran Cínico de las Españas.

Y el resto del panorama es demoledor: cuatro años más de fascismo popular, los comunistas no sabemos ni cómo se llaman (¿Izquierda unida verde ecológica y antiseparatista y unionista, a veces roja y otras lila? Se llaman algo así, ¿verdad?), Convergencia enterrada, Unió decapitada y Durán Lleida paseando por la Franja y haciendo dios sabe qué, Ciutadans mostrando los modelitos de la Arrimadas y con Rivera desaparecido en la inmensidad del océano, la Colau preñada y exhibiendo estatuas decapitadas mientras prohíbe terrazas y hoteles, Esquerra en la vicepresidencia catalana con un Rufián de líder (¡que broma más tonta!), los “podemitas” luchando entre pablistas y errejonistas y algún que otro millonario asesorando a los venezolanos,… es como para estar deprimido, ¿o no?

Bueno, va, algo de optimismo: esperemos que mañana Iceta y los suyos, que hace que no se aclaran la de dios, decidan hacer la butifarra” a Susana y el Fernández y los envíen a hacer puñetas, y así ya damos por muerto y rematado al partido que ni es partido, ni socialista, ni obrero, ni siquiera democrático, pero SÍ, eso sí, muy español, que de eso no falte.

Buena semana a todos!!!

domingo, 23 de octubre de 2016

viernes, 21 de octubre de 2016

Pequeño (ísimo) homenaje a Bob Dylan.

 
Muchas veces no es tan difícil escuchar al viento
y entender su mensaje.
Hoy, al igual que otros muchos días,
me susurra en el oído la muerte de la persona que yo era antes
de que falleciese aquella a la que yo amaba.
Yo era uno,
y el viento me sopla,
con la suavidad y la caricia que sólo conoce el viento,
que ahora soy otra persona,
porque ella así lo desea
y por eso me manda su viento
para que yo conozca su pensamiento.
Yo deseo atender su mensaje,
y por eso,
sólo por eso,
escucho el mensaje del viento.

lunes, 17 de octubre de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

En estos tiempos grises, casi negros, con seguridad oscuros y apestosos, de pérdida de los valores sagrados (amor, amistad, decencia, honestidad, dignidad,nobleza,…) que nos fueron enseñados en nuestra adolescencia y juventud por nuestros padres y nuestros educadores, en estos tiempos en los que asistimos ya prácticamente impasibles, por corrientes y molientes, a espectáculos televisivos como el juicio del caso Gürtel, las tarjetas Black, el sobreseimiento de la causa por la formación profesional en Andalucía (como peaje político por la abstención que el PSOE efectuará en breves días para investir al Gran Cínico de las Españas, Mariano Rajoy Brey), donde asistimos a los bostezos de escándalo de Rita Barberá en la ultima fila del Senado (¿a cambio de 7.000 € mensuales, más gastos, dietas, coche y chofer oficial ?), a los Rato y a los Bárcenas, a los Millet y Montull y Munar y…., deseo haceros llegar dos historias que extraje de ya no sé dónde sobre cómo mirar la vida y tener la actitud necesaria para ser o acercarnos a la idea de ser felices.

Las escribo en cursiva y negrita ante mi incapacidad para recordar a quien se las copio o de donde las extraje.

“Estaba el autor de “TRAMPA 22”, Joseph Heller, en una impresionante villa en Long Island, cuando alguien le preguntó: ¿Qué sientes al saber que el dueño de esta casa ganó en media hora lo que tú no ganarás por todas las ventas de tu famoso libro?
Y él respondió: “Yo tengo algo que él nunca podrá tener, que es la conciencia de tener bastante”.

La segunda historia surge cuando le fue concedido el Oscar al actor Roberto Benigni, y dijo: “Doy las gracias a mis padres por haberme dado el don de la pobreza”.
Nadie lo entendió, pero era el reconocimiento a un acto de amor: no dar posesiones, sino cariño, estímulos, fe. Libertad”.

Yo creo en estos principios.
Y creo también que los tiempos de la negrura y de la podredumbre pasarán, y vendrán nuevos tiempos en donde nos gobernaremos bajo el objetivo común del bienestar de todos, el crecimiento personal de todos los seres humanos, la igualdad de oportunidades, la sanidad universal, la educación desde la infancia para conseguir hombres y mujeres libres, la eliminación de la pobreza, la ausencia de religiones que serán sustituidas por la espiritualidad,….

Decidme, acusadme, tachadme de ingenuo, pero permitidme que lo piense porque lo peor que le puede pasar a un hombre no es la falta de esperanza, sino caer en el profundo pozo de la desesperanza.
Y eso, eso,… yo no voy a permitírmelo.

Buena semana para todas y para todos !!!

jueves, 13 de octubre de 2016

Despacito, a trocitos, a pedacitos.

 
Ayer llovió a cántaros en el Maresme, en esta ocasión en el Bajo Maresme, Cabrils, Vilassar de Mar, Premiá de Mar,… a diferencia de las tormentas de esta época del año que asolan casi siempre el Alto Maresme y provoca que las rieras inunden las poblaciones de costumbre, Canet de Mar, Blanes, Tordera,…
En la Cerdanya llovió a trocitos.
Ahora sí, ahora no.
Y poquito.
Y despacito.

Yo miraba esa lluvia lánguida desde la puerta de mi cocina, la puerta que da a la huerta con sus magníficas vistas sobre la Sierra del Cadí, Masella y La Molina.
Miraba la lluvia con cara de satisfacción porque esa lluvia despaciosa, la que cala, es beneficiosa para las lechugas y para las cebollas, para los pepinos y para los ajos que cultivo.

Y entonces la mente empezó a volar sin control alguno y pensé que yo quisiera llover así, a trocitos, a pedacitos, despacito, para impregnar de amor y amistad y ternura a mis amigos.
Llover a pedacitos sobre mis hijos y mis nietas y mojarles despacito con mis experiencias y con la poca sabiduría que mis años en esta vida me han concedido.
Llover y calar sobre las mujeres de mi vida, que son mi compañera y mi madre y la alemana de los Jardinets de Gràcia, y la ribereña de tierras adentro y la catalana del Vallés Oriental y mis amigas de Barcelona y del Maresme, y decirles con cadencia, con lentitud, en casi un susurro que empape que las quiero con locura.
Pensé que me gustaría desgranarme a pedacitos sobre los campos y los mares y los ríos que nos alimentan, aunque yo sólo aporte, muy despacito, algunas lágrimas a veces de alegría exuberante y a veces de hiel y dolor desbordante.
Quisiera regalar trocitos de mis besos a todos los frutos de los árboles que hacen confituras para que yo las obsequie a los que visitan mi hogar para arrancarles una sonrisa dulce y pegajosa que se adhiera a mis mejillas.
Pensé que me gustaría acariciar a pedacitos a esta vida que me ha saciado de amores y alegrías, y por las noches enviar más pedacitos de besitos a las estrellas y a la luna de oro ahora y después de plata y que yo gusto de contemplar mezclando la tristeza y el júbilo que mi alma alborotan.
Quiero cuidar, durante algún trocito de mis días, a los que reclaman atenciones y amores que alivien sus soledades.
Quiero llover lenta y cálidamente, despacito, por los que lo pasan mal en este mundo de injusticias y sorberme los mocos a pedacitos, que es la forma de no olvidar la sensibilidad que merecen los desafortunados.
Deseo seguir llorando lluvia ante el llanto de un niño que siente la soledad y la amargura de su destino para poder consolarlo con pequeñas caricias y besitos regalados a trocitos.

Un pequeño trueno del cielo y el gran canto sonoro de una tórtola en pleno vuelo me robaron mis pensamientos, y al entrar en la cocina ojeé distraídamente las páginas de un Magazine de La Vanguardia retrasado y olvidado, y me encontré con una fotografía de una pizarra exterior de la carnicería vegana de San Sebastián, propiedad de Pilar Cervera, en la que ella había escrito “No pretendo cambiar el mundo, pero en el pedacito que me tocó vivir quiero hacer la diferencia”.

Eso es lo que pensaba mientras veía caer la lluvia a trocitos y despacito sobre mi huerta.

Besar, abrazar, amar, querer, consolar, acompañar,… eso es lo que quiero hacer en el pequeño trocito que habito, y lo quiero hacer…despacito, a pedacitos.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Pensamiento Fittipaldi (XIX).

 
Un Premio Nobel de Economía americano (no recuerdo en estos momentos el nombre), declaraba hace un par de días que en los EE.UU. tienen dos candidatos a la Presidencia del país que debe dirimirse el próximo mes de noviembre.
Y dijo, textualmente: “Uno está sonado, y otro no. Espero que gane el que no”.

Pues me encantaría poder habar con el Nobel y decirle lo siguiente: “Pues en España tenemos un Presidente ahora en funciones, y de aquí a unos días tendremos al mismo pero sin funciones, que no es el que no sino el que sí”.

Tal vez para que me entendiese y no sufra de derrames cerebrales de graves consecuencias, o de demencia permanente aderezada con brotes paranoicos y esquizofrénicos, debería añadir una frase que creo que una eminencia de su nivel conocerá perfectamente: “España es diferente”.

martes, 11 de octubre de 2016

Pensamiento Fittipaldi (XVIII).


Pensaba en que mi nombre es Paco Riera.
En realidad lo que pensaba es que en mi nombre sólo falta la vocal u.
Tal vez no la tengo porque la u es la vocal del susto, y sustos ya he tenido bastantes.
También la u suena al ulular del búho y la lechuza, y para lechuzas ya tengo la de el Grito, de la cual soy su cronista.

Luego he pensado que la a es la vocal de la comprensión y tal vez del consentimiento.
Luego he seguido con la e, que es la vocal de la sordera.
La i la de los histéricos que se asustan y gritan ante la aparición de un ratoncillo.
Y he concluido pensando que la o es la vocal del asombro y la estupefacción.

Me divertía.

Entonces he imaginado una a detrás de otra a y así varias as (¿o será ases?) y mi mente ha pensado en una caravana de camellos por el desierto.

Luego he querido pensar qué sería de una e detrás de otra e (que no pueden ser eses, porque eso está reservado para la consonante s) y así varias veces, pero me he cansado y lo he dejado.

Ya no me divertía.

lunes, 10 de octubre de 2016

Pensamientos Fittipaldi (XVII).

 
A veces voy a un bar y bebo en exceso, o en mi propia casa también.
Siempre acabo preguntándome si me refugio de la vida o cortejo a la muerte.

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Hoy me atrevo, con toda mi desfachatez, a lanzar una recomendación a los jóvenes empresarios y/o emprendedores, recomendación que vale también para los viejos empresarios (aunque estos difícilmente cambiarán ya de registro), para una satisfactoria dirección de sus negocios.

La frase es de Gabriele Romagnoli (1960), periodista y escritor que asistió a su propio funeral en Naju, Corea del Sur.
Me explico.
Corea del Sur es uno de los países con mayor índice de suicidios del mundo, y una empresa tuvo la ocurrencia de “crear” falsos funerales para intentar disuadir de suicidarse a personas con alto de riesgo de ello.
Te introducen en un féretro, lo clavan con tachuelas o clavos y te dejan allí unos minutos, para que reflexiones.
El italiano se apuntó y durante su breve estancia en el féretro pensó en su vida y cayó en la cuenta de que un ser humano pasa 23 años durmiendo, otros veinte trabajando, seis años comiendo, cinco esperando, cuatro pensando, 228 días lavándose la cara y los dientes y apenas saborea 46 horas de felicidad.
Conclusión: hay que aumentar las horas de felicidad !!!
Y ello implica al trabajo, lógicamente.

Romagnoli no se considera ningún gurú, por lo que dice que le cuesta dar consejos, pero este que yo leí me impactó y pensé que podía ser un buen consejo para los nuevos empresarios… y también para los empresarios consolidados y experimentados con la mente abierta a la innovación.

“Necesitamos un poco menos de uno mismo, y sustituir la ambición vertical por la horizontal.
En lugar de una carrera, experiencia;
en lugar de reconocimiento, conocimiento”.

Estoy convencido de que si muchos empresarios atendiesen a este concepto sus empresas mejorarían de manera importante, y la felicidad de sus empleados aumentaría de forma considerable, y eso siempre es beneficioso para la productividad.

Buena semana para todos !!!

jueves, 6 de octubre de 2016

Pensamiento Fittipaldi (XVI).

 
Empieza a aparecer el otoño por la Cerdanya.
Empieza a hacer fresco en los amaneceres y en los atardeceres.

Me he ido a dormir y casi sin darme cuenta me he frotado las manos, por cierto frío en el ambiente y por la satisfacción de volver al lecho que siempre acoge.
Y ha sido en ese momento cuando he redescubierto tu anillo de compromiso con mamá en mi dedo anular izquierdo.
Desde que falleciste está ahí, pero la costumbre hace que muchas veces me pase desapercibido.

Luego me ha costado dormirme porque pensaba en ti.
Y he recordado una conversación contigo antes de tu muerte en la que me pediste que ejerciese de hermano mayor y mantuviese la familia unida en tu ausencia.
Y yo te dije que no sufrieses, que lo haría, y te lo dije muy seriamente porque yo sabía que tú me lo pedías porque sabías que nunca me gustó ejercer de hermano mayor, porque yo sólo soy uno de tus cuatro hijos, un hermano más por tanto, con la casualidad de que fui el primero de tu amor con mamá.

La familia permanece unida, papá.
Tú te fuiste, mamá también, antes Susan y después Juan Manuel, aunque él ya estaba alejado de la familia como bien tu supiste nada más te pidió la mano de tu hija menor.
Ahí nada podíamos hacer. Y me temo que el hijo será como el padre. Veremos.
Pero quiero que sepas que no es mérito mío, papá. Es de todos mis hermanos, y también de nuestros hijos, tus nietos. O sea, y espero que no te enfades, sigo sin ejercer de hermano mayor. Sigo como a mí me gusta. A la mía, hablando siempre y pidiendo consejo, pero haciendo lo que me da la gana. Como siempre, bien lo sabes.
El mérito es tuyo, y de mamá.
Tú y ella nos inculcasteis este sentimiento de unidad.
Y lo hicisteis bien, porque no tengo la necesidad de esfuerzo para cumplir el compromiso que contigo adquirí.
Estamos unidos, papá, gracias a tus enseñanzas. Gracias a los silencios de consentimiento, que eran de asentimiento, a tus recomendaciones de mamá.
Seguiremos igual, por ti, por mamá, y por nosotros, porque nos necesitamos.
Y detrás vendrán tus bisnietos, que ya son, ¿lo sabes?, ¡cinco! Claro que lo sabes.

Sigue velando y cuidando el sueño de mamá y de Susan. Yo lo hago desde aquí, siempre, siempre, y tú desde allá, siempre, siempre.

Buenas noches, papá.
Creo que ahora ya podré dormir, pero antes me frotaré de nuevo las manos.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Dos enormes enseñanzas en un solo relato.

 
Cosas o hechos que conmueven a unos, no afectan a otros.
Esa es la gran riqueza de los sentimientos: su dificultad para ser comprendidos, y más difícil todavía, explicarlos a los demás.

Hay narradores que apuestan por no explicarlo todo en sus narraciones (porque es bien cierto que una historia bien explicada o narrada es más una noticia informativa y/o periodística que no narrativa, como manifestaba el escritor catalán Enrique Vila-Matas en un artículo que leí hace ya unos años) porque los cuentos empiezan en nosotros cuando terminamos de leerlos.

El relato al que me refiero en el título de este escrito es una historia que nos narró Heródoto, y que explica perfectamente tanto el tema de la individualidad de los sentimientos personales como el asunto de dejar abierto, por tanto no explicado en su totalidad, el cierre de una historia..

Dice el cuento de Heródoto (historiador y geógrafo) que el Faraón Psamético, tras la caída de Menfis (capital del Imperio Antiguo de Egipto), quinientos años antes de la era cristiana, fue capturado, junto a toda su familia, por el ejército persa comandado por el cruel Cambises II, quien quiso poner a prueba la entereza del Faraón.
Psamético fue colocado en un ángulo perfecto para que pudiese ver claramente el desfile de la victoria persa y a su hija, convertida en sirviente, que desfilaba entre los vencidos, y al mismo tiempo podía ver con claridad la figura de su hijo que caminaba hacia su ejecución y muerte.
El Faraón no se conmovió y aguantó con firmeza los duros momentos que le tocaban vivir, pero se derrumbó cuando reconoció entre los prisioneros a uno de sus sirvientes, un hombre viejo y miserable.
Entonces, justo en ese momento, Psamético rompió a llorar.

El misterio de ese enigmático llanto todavía hoy persiste.

La  narración de Heródoto es modélica, porque, por un lado, nos explica que el cuento nuca se entrega del todo para que así el lector se convierta en partícipe y lo finalice él mismo, y por otro lado nos enseña que la demostración y exposición de los propios sentimientos no atienden a patrones comunes para todos, tal vez porque los sentimientos son de una intimidad inescrutable e insondable.

Dos enseñanzas en un solo relato.

lunes, 3 de octubre de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones reflexiones e introspecciones.

Después de ver el lamentable y penoso espectáculo con el que nos han obsequiado los señores y las señoras del Comité Federal del PSOE este pasado fin de semana, no queda otra que lanzar un mensaje de optimismo para intentar salir más o menos indemnes del pesimismo en que esta gente nos ha sumergido, y que será peor cuando se confirme que el Gran Cínico de España formará de nuevo Gobierno para seguir arrasándolo todo durante los próximos cuatro años (y que no se le ocurra, nada más formar Gobierno, disolver el Parlamento para convocar nuevas elecciones, porque entonces ganará con mayoría absoluta y este país será ya terreno no apto para la vida democrática y en libertad).

Ahí van dos mensajes optimistas que recupero para la ocasión:

“El pesimista se queja del viento;
el optimista espera que cambie;
y el realista ajusta las velas”.

Anónimo.


“Nadie es tan pobre que no pueda regalar una sonrisa”.

Anónimo.

Ánimos a todos y feliz semana !!!