La Lechuza ha llamado a este cronista justo el último día
laborable antes de que inicien las vacaciones del verano de 2015.
Piensa descansar todo el mes de agosto porque se le ha
quedado el pico abierto ante las últimas noticias acontecidas en la vida
pública, y el traumatólogo le ha dicho que no es grave, salvo que no puede
contener con facilidad la baba al tener el pico abierto, pero que sólo precisa
de tiempo para solucionar su problema. O sea, el mes de agosto.
A mí, la verdad, no me extraña que su pico se haya quedado
abierto, porque aunque con ciertas
dificultades en la vocalización esto es lo que me ha contado:
Asiste con atónita mirada y expresión plumífera a la noticia
que dice que a Esperanza Aguirre le han archivado, y de forma definitiva, la
querella por aparcar donde le da la gana para sacar dinero de un cajero
automático y enfrentarse a los agentes del tráfico, porque parece que el juicio
era para octubre y la nueva normativa dice que eso ahora ya no es delito. Y va
el juez y archiva la causa, toma ya. Y se queda más contento que la puñeta, el
juez, digo.
Hoy mismo, también hoy, el juez instructor del caso Noós,
reduce la fianza de la niña del Rey y del exjugador de balonmano de dos millones
seiscientos mil euros a cuatrocientos cincuenta mil. ¿Por qué? Porque es el
juez y el que manda, y no preguntéis más, pesados y tontos contribuyentes.
Vosotros pagad religiosamente y a la niña dejadla en paz, que para ocuparnos de
ella y liberarla de todo ya está la Justicia de España.
Y no quiere mencionar, la Lechuza, en exceso a Rodrigo Rato,
porque si seguimos hablando de él, en vez de pagar fianza el exBankia y sus
mafiosos, después de que ya se la rebajaron de ochocientos millones de euros a
treinta cuatro y después a unos
dieciocho o algo por el estilo, acabaremos por pagarle nosotros a él por
consumir poco con su tarjeta black, y le construiremos una estatua junto a la
del otro Rodrigo, el Cid Campeador de la España rancia y cutre. Así que mejor
ni mentarlo.
Por dios, ¿alguien cree en la Justicia (o es en minúsculas
como mejor se la debe denominar?) de este país? ¿Queda alguien tan inocente, o
tan ingenuo que cree en ella y ellos, en los señores jueces y el poder
judicial? ¿Alguien duda de que este poder está sometido al poder político y ha
perdido su esencia que se basa en su independencia (término prohibido, al
tanto)?
Pero avisados estáis y en diversas ocasiones por esta
Lechuza gritona: si permitimos que los prohombres y las promujeres del Partido
Popular sigan gobernando las Españas, esto seguirá siendo su jardín privado, su
coto de caza, su cortijo, su finca particular, y estos señores y señoras
seguirán meando donde más les venga en gusto.
Y dicho lo dicho, que la Lechuza no se cansará de repetirlo
, buenas vacaciones a todas y todos y en septiembre volvemos a la carga, que
viene calentito.
¡¡¡Vamos a disfrutar ahora, que a lo mejor luego no podemos.
Perdón, no nos dejan!!!
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