Alguien importante dijo algún
día algo así como “la imaginación al poder”.
Pues que así sea.
Este sábado pasado, por la
noche, que es cuando suceden muchas cosas, un tal Quim Marcé, Director del
Teatre de Bescanó, decidió vender zanahorias en lugar de entradas para la
representación que iba a tener lugar en su teatro.
Como incentivo para que los
espectadores comprasen una zanahoria al precio de quince euros (trece si la
zanahoria se compraba anticipadamente a través de internet), el amigo Quim
regalaba una entrada para ver el estreno de la obra “Suïcides” de la Compañía
Poca Cosa Teatre.
En la taquilla de venta de
entradas colgaron el cartel de “Zanahorias vendidas”, porque se agotó (¿o se
agitó?) el aforo del Teatre.
¡¡¡ Fantástico, Quim. No nos
conocemos, ni posiblemente nos conoceremos jamás, pero ojalá sigas vendiendo
muchas zanahorias en tu Teatre !!!
Iniciativas, ideas, medidas
como la tuya es lo que nos hace falta para luchar y afrontar las desmedidas de
los que nos gobiernan y que son reconocidos como los políticos.
¿Que se quieren cargar la
cultura subiendo el IVA cultural del ocho al veintiuno por ciento? Pues se
regalan las entradas a cambio de la compra de una zanahoria que al ser una
hortaliza tiene un IVA del cuatro por ciento ya que se considera producto de
primera necesidad.
Es evidente que para el
Partido Popular la cultura no es un bien de primera necesidad; pues bien, te vamos a dar con la zanahoria en tu
morramen Sr. Wert y Sr. Rajoy y Sra. Sánchez Camacho, que es lo que comen y lo
que tira de los burros.
Tal vez en la taquilla de tu
Teatre, amigo Quim, sólo faltó un cartel indicando “Miembros del PP,
abstenerse”, ¿o decir las cosas por su nombre es excesiva descortesía?
Fíjate, Quim.
La banca, los señores del
poderoso caballero es don dinero, han esperado a que una edil de Baracaldo se
suicidase para pensar en posponer durante dos años los desahucios de las
primeras viviendas (y sólo en caso de extrema necesidad).
Estos poderosos caballeros
han esperado a un suicidio y a un
juez sensible que luchó frente a las cámara de la TV para contener sus lágrimas
para plantearse que a lo mejor hay que reconsiderar las leyes que afectan a las hipotecas (que no precisan de
avales porque el aval es garantía real, jajaja…).
¡Qué amarga coincidencia,
Quim!
La venta que ideaste de
zanahorias era para asistir al estreno de una obra que se titula “Suicidios”,
que es lo que no pudo evitar esa edil socialista de Baracaldo, suicidarse por
un desahucio de su vivienda.
¡ Que la Revolución de las
Zanahorias que tú has empezado, Quim, alcance a todo el mundo de la cultura ¡
Nuestra sociedad necesita de
personas con tu imaginación y valor para que podamos recuperar la dignidad que
nos han robado como pueblo, como colectivo y como individuos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario