En pleno auge del feminismo y el rechazo y el declive del
machismo, observo que las mujeres (muchas, no todas) han adoptado el lenguaje
masculino más soez.
Es fácil y habitual encontrarse con mujeres que en sus
conversaciones tanto con las de su propio sexo como con los del contrario,
pronuncian a voz en grito exclamaciones del estilo “Estoy hasta los cojones”,
“A mí me la suda”, “ Yo tengo suficientes huevos como para…”, “A mí me la trae
floja”, “Me tiene hasta la polla”,…
Tal vez un análisis más profundo nos diría que sólo utilizan
esas expresiones propias de la masculinidad las mujeres jóvenes, y no lo hacen
así las adultas que son las que de verdad luchan por la igualdad de sexos, por
aquello de los desencuentros generacionales.
Aún así, es curioso, ¿verdad?
O simplemente… ¿lastimoso?
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