domingo, 2 de diciembre de 2012

Aleteo de amor

 
Hoy hace cuatro años que saliste de casa con una de tus alas que ya no quería volar, pero con la sonrisa y esa paz que siempre te acompañó.

Hoy a las cinco de esta madrugada de diciembre empecé a comprender.

Hace dos días les dije a unos niños que escuchaban en una Librería mi Cuento que cuando el Señor Elefante del África Central estornudó y de su enorme nariz surgieron centenares, miles, millones de hermosas mariposas, entonces comprendió.
Comprendió que todo es posible incluso a veces inevitable aunque nos parezca que no.
Y desde ese entonces decidió enseñar a estornudar a todos los animales de la selva para que aprendiesen aquello que a él le supuso tanta felicidad.
Con tu aleteo aliéntame para que yo comprenda también tu mensaje y aprenda lo que el Elefante ya aprendió.

Se lo recite a la amiga a la que el cuento dediqué y hoy te lo recito a ti, mi amor:
Cuando aparece
la mariposa,
aleteo de amor.

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