jueves, 6 de diciembre de 2012

El niño que regaba los arbolitos.

 
Diego riega los arbolitos de la Vía Augusta allí donde coincide con el Paseo de la Bonanova.
Su hermana Arancha lo mira impasible desde las estrellas.
Su mamá Mirta que es del Perú le dice con ese amor que sólo saben irradiar las madres que ya está bien regar los arbolitos pero que debe de hacer pipí antes de salir del colegio.
Y yo interrumpo e irrumpo diciéndole a Diego que que bien riega los arbolitos.
Viajamos juntos unas estaciones en los ferrocarriles.
Mirta me dice que le encantaría oírme contar un cuento a los niños del Orlandai que es donde hacen actividades infantiles.
Arancha sigue en sus estrellas toda ella bonita.
Diego con cara de chavalín vivaracho.
Mirta lleva aparatos en sus dientes para corregir algo que nunca será lo que dice porque dice amor.
Arancha es como un mar de membrillo.
Mirta me dice que los niños me querrán mucho cuando les cuente un cuento.
Yo ya quiero a Arancha y Diego y cuando Mirta me llame les leeré un cuento, como el de el Elefante que de una Mariposa se enamoró que yo quería que fuese el cuento más bonito del mundo porque se lo dediqué a la amiga más amiga y más buena del universo y luego cuando lo editaron en papel también se lo dediqué a ese ángel que cuida de mis días y que tanto y tan alto voló que de la vida se escapó.
También se escapa Arancha porque su cabeza es de mermelada.
Dulce Arancha, cuando tu mamá me lo diga te explicaré mi cuento.

2 comentarios:

  1. A mí también me fascinó!!!
    Cuando su mamá me llame, iré y le contaré un cuento ara que sus pensamientos y toda ella sea de miel.

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