Hoy caí en la cuenta de que cada vez que un personaje de mi
pueblo que no es un pueblo porque es un barrio pero huele como un pueblo me
fuerza a que explique cosas sobre él, mi narración es en vertical.
Lo que quiero decir en realidad es que mi pensamiento
observante, que está entre los ojos que esconden unas gafas y algo más arriba,
cuando transita en navegación indolente por zonas de mi pueblo que en realidad
es un barrio para encontrar al personaje o bien la historia de la que quiero
hablar lo hace de forma vertical según el propio sentido del pueblo.
Lo que quiero decir más exactamente es que mis dedos frente
al ordenador (curioso nombre porque yo no ordeno nada si no que fluyo sin
criterio predeterminado) inician la escritura de las cosas que bailan en mí
interior desde mi domicilio que está al norte del pueblo para recorrer la calle
principal que es el eje vital y visceral del pueblo y se dirige hacia el sur, y
todo ello tiene una verticalidad incuestionable. Y por tanto excluyente, porque
qué ocurre con los que no están en esa vertical sino que se mueven en la horizontalidad
de mi pueblo que es un barrio. Pues ocurre que nunca adquieren el rango de
protagonismo que legítimamente les corresponde porque es suyo por propiedad
propiamente dicha, y porque son de mi pueblo al igual que los que se mueven en
la vertical.
Hoy hago justicia. Pienso en mi pueblo que es un barrio pero
como si fuese un pueblo en horizontal, aunque esta primera aproximación sea
somera ya que tiempo habrá para contar las historias individuales de cada
personaje de la horizontalidad.
Inicio mi andadura en la Cruz de Pedralbes que es donde
habitan los ricos y les gusta esa zona porque no tiene nada más que dinero, y
eso es precisamente lo único que a ellos les gusta, pues en esa zona no hay ni
una tienda, ni un comercio, ni siquiera mujeres del oficio que también buscan
dinero porque esas están hacia el sur de Pedralbes, allá por donde Messi hace
buenas las palabras de António Lobo Antunes cuando dijo que si él pudiese
escribir como Messi juega al fútbol su escritura sería sublime.
Lo que si tiene la zona es escuelas de negocio para que los
cachorros de los poderosos se entrenen con la Iglesia que allí manda y decide
en el arte de amar sólo al dinero y así persiguen y logran algunos que son
mayoría el sagrado objetivo de que esa zona de mi pueblo que en realidad es un
barrio no sufra despoblación en el futuro.
Y también, dando sombra a la Cruz que bautiza esa zona de mi
pueblo desde la colina de Sant Pere Màrtir, se ubica el Monastir de Pedralbes,
joya del gótico catalán, y donde en ocasiones cuando la primavera ya tonifica a
las clarisas enclaustradas y enceldadas salvo cuando jardinean bajo el cálido
sol primaveral, se puede encontrar a un tipo bajito, activo en la lectura y en
la escritura en moleskines de bolsillo y contemplativo en las divagaciones, con
el pelo castaño y fino largo y no muy cuidado, a veces con “espardenyes” y
siempre con gafitas, normalmente redondas, sentado en el silencio y la paz del
claustro junto a las plantaciones de hierbas aromáticas y medicinales alineadas
y rotuladas por monjitas algo morenitas por el solecito monacal, acompañado de
un libro que nunca sabrás si es que lo pasea para trabar amistad con él o es el libro que está en el proceso de la lectura. En ocasiones la duda no
asaltará al observador casual ya que el sujeto puede acarrear dos libros, y si un libro está abierto en sus manos es
por lectura y si otro le acaricia el sobaco y antebrazo es para amistar por
cercanía, tacto y contacto.
Este personaje de mi pueblo no es que sea singular pero es
cierto que es conocido por su capacidad de charlar y platicar con comerciantes,
feriantes, empleados de comercio y todo aquel que se mueva por el pueblo. Por
eso lo cito. Nada más que por eso.
(continuará)
Bueno, bueno, un poco singular sí que es...
ResponderEliminarPor cierto, hay una página en Facebook que se llama "Nunca supe cual era la línea VERTICAL & HORIZONTAL"
Y por cierto también: ¿Cuánto tiempo sin escribir, no?
Es singular? Es que conoces a ese tipo de Sarrià? Qué casualidad, verdad?
ResponderEliminarY sí, llevaba un par de semanas sin escribir (bueno, algunos apuntes sí escribí, pero no los publiqué), pero es algo normal cuando resulta que en tu vida ocurren cosas extraordinarias e inesperadas, como que alguna divinidad decide conocerte y eso absorbe tiempo porque son cosas que no ocurren todos los días, y alguien me dijo que nunca más quiere volver a decir que por qué dejó pasar aquello que podría haber cambiado muchas cosas de su vida, y yo a veces aprendo rápido y decidí hacer caso de ese buen consejo. Pero ya estoy de nuevo en marcha!!!