No es mío.
Lo recojo de lo que hoy me ha escrito una amiga.
Vino a mi Casa-Alma de la Cerdanya a pasar unos breves días,
y yo le puse una rosa en un jarrito en su habitación.
No hice más.
Y esto me dice:
“Aspiré los aromas de la rosa que me dejaste en mi
habitación de tu casa, y guardé sus aromas y olores en mi interior. Ahora, de
cuando en cuando, entro en ese rinconcito y vuelvo a recuperar ese olor, ese
aroma, y…”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario