miércoles, 31 de agosto de 2016

Pensamientos Fittipaldi (III).


No es mío.
Lo recojo de lo que hoy me ha escrito una amiga.
Vino a mi Casa-Alma de la Cerdanya a pasar unos breves días, y yo le puse una rosa en un jarrito en su habitación.
No hice más.
Y esto me dice:
“Aspiré los aromas de la rosa que me dejaste en mi habitación de tu casa, y guardé sus aromas y olores en mi interior. Ahora, de cuando en cuando, entro en ese rinconcito y vuelvo a recuperar ese olor, ese aroma, y…”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario