lunes, 15 de octubre de 2012

Agradecimiento a una Señora de Sarriá.


Esta noche una Señora de Sarriá me ha dicho que no pierda nunca mi alegría, que el ángel que caminaba por Sarriá vigila cada día, que su aura me protege y me anima.
Dice que sin decir nada lo decía todo. Dice tantas cosas que ya no escucho porque me emociona.
Sólo he podido llamar a una  amiga para comunicarle mi alegría. No se si quiero que participe de ella o yo la necesito para la mía.
La Señora me ha regalado jamón ibérico para cenar. Me he hecho un bocadillo, un vino que no debería y unas aceitunas de Ildefonso.
Luego he pensado en la Señora, y en su marido y en el ángel de mi vida y en mi madre Josefina, y en mi amiga y en otras amigas y en mis hermanas, y me he hecho un lío que ni en la cama desharé el ovillo.
Gracias por sus palabras, Señora.
Señora, vamos a seguir, usted con el jamón y yo, a veces, fingiendo alegría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario