jueves, 11 de octubre de 2012

Consejo (seguro que inapropiado porque es mío).


Jamás me he atrevido a dar un consejo a nadie que no sea amigo mío, muy amigo, diría.
Pero hoy voy a atreverme.

Felipe, si en el retiro dorado que te hemos regalado todos los que tenemos D.N.I. de la nación llamada  España y si desde alguna de las mansiones que posees allende las fronteras de la tierra que acoge a las personas con ese mismo D.N.I., y que también te las hemos obsequiado, has aprendido inglés, te aconsejo que te vayas con José Mari a dar conferencias a alguna Universidad americana que creo que pagan requetebién, inmortal Felipe, y de paso nos dejas en paz para que nosotros decidamos los que nos apetece y cuando nos apetezca.
Te irá bien, Felipe, como le va bien a José Mari, créeme.

Y permíteme que me justifique, Felipe histórico: algunos todavía conservamos la pureza de la democracia que dice que cada uno decide lo que le da la gana y cuando le da la gana y de la forma que le da la gana. Nosotros no necesitamos santones que nos vengan a decir cómo debemos actuar porque lo sabemos desde la cuna, y si quieres un ejemplo sólo tengo que remitirte a las hemerotecas para que busques la prensa del pasado domingo 7 de octubre (sí, antes de ayer, Felipe glorioso) y veas la soberana educación y el soberano comportamiento de la afición del Barça (y no te recomiendo que vayas a los archivos de la TV porque como en épocas pasadas pero no lejanas sus cámaras enfocaban en otra dirección exactamente a los diecisiete minutos y catorce segundos del inicio del partido de ese día).

Felipe, hazme caso, hermoso. 
Vete a dar conferencias en inglés con José Mari. Podrás juntar más dineretes a tu fortuna socialista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario