martes, 11 de febrero de 2014

Crónica Especial de El Grito de la Lechuza.


La Lechuza se descubrió ayer, y prosigue descubriéndose hoy, en un estado semicatatónico y de honda preocupación humana por los avatares que debe estar sufriendo el pobre Ministro de Justicia de este país de países que no sabe como ajusticiar (me parece que el verbo correcto y la expresión correcta es impartir justicia, pero yo me limito a escribir al dictado de la Lechuza) lo que corresponda porque para algo debe servir su Ministerio amén de liderar las listas de los más vilipendiados y desprestigiados del país.

No tenía bastante con el follón que ha organizado con el tema del aborto que ni en la catolicísima Irlanda se lo creen, que ahora va y decide proponer al Gobierno modificar el Código Civil para conceder la nacionalidad española a descendientes de judíos sefardíes o sefarditas (de Sefarad, topónimo de España en la Biblia hebrea, para los que se puedan preguntar de dónde procede la denominación de sefardita o sefardí -gentiliza de la Lechuza-) que de las Españas fueron expulsados en …. 
¡¡¡ 1492 !!!

A lo mejor es que con la posible pérdida de los aproximadamente siete millones de catalanes el Ministro piensa que por aquí ya soluciona medio problema demográfico, porque en las embajadas israelíes cuentan que pueden solicitar esa nacionalidad unos tres millones y medio de sefardíes.

O tal vez es que Alberto quiere superar en estulticia ministerial a Wert, o tiene un ataque de celos de que su antigua enemiga Esperanza Aguirre sea hoy día head-hunter, gane dineros de la empresa privada, y hasta algunos trasnochados la añoren en los madriles.
O puede que el Ministro de apellido gallardo quiera ser más conocido que la del café with leche in de Plaza Real y en botella en vez de taza para mayor honra de su patronímico.

La Lechuza está triste porque no sabe cómo puede ayudar al que sufre, y es evidente que Alberto lo está pasando fatal: por una parte se esfuerza en poner problemas, uno detrás de otro, a la devolución de los Papeles de Salamanca a sus auténticos propietarios, por otro no quiere saber nada de la Memoria Histórica que está datada en el período 1936 y 1939 (puede que algún año más por la persecución postbélica  y los crímenes franquistas), y sin más le ha entrado un ataque disléxico y para contradecir a los que dicen que es un desmemoriado se remonta más allá de 500 años en la historia con el tema de los sefarditas.

Y en paralelo la Audiencia Nacional, bajo su batuta ministerial, dicta orden de búsqueda y captura contra el exlíder de la China Jiang Zemin y otros altos cargos de su gobierno por genocidio en el Tíbet, y esta misma tarde se debatirá en las Cortes una proposición del Partido Popular de Alberto R-G para poner límites al principio de Justicia Universal, es decir, acotar a la Justicia en los crímenes cometidos fuera de España, como por ejemplo el asesinato en Irak del cámara José Couto.
Parece que Albertito, el niño bonito de la Justicia española, tiene bastante sentido de la coherencia: es más importante encausar a un exlíder chino por genocida que defender de asesinato a un español que cumplía con su deber como periodista gráfico.

La Lechuza, que como su nombre indica es algo espesa de mente, se pregunta si no será una burda y basta maniobra de distracción por sus decisiones contra la libertad de las mujeres de decidir sobre sus propios cuerpos y sobre sus propias capacidades, maniobra que está cuestionando su liderazgo en los temas de toga y birrete en toda la Europa civilizada, que no progresista, y democrática.

Si es así, que la justicia, en cualquiera de sus diversas formas humanas o divinas, caiga sobre este indeseable justiciero de la derecha recalcitrante de la España de Machado y de muchos otros que pagaron con su vida únicamente por pensar diferente de los españolitos de la caverna.

Y sino es así, es evidente que lo está pasando mal Alberto, mentalmente, claro, se entiende. Y la Lechuza sufre porque el sufrimiento ajeno le afecta, y más si es de orden cerebral ya que ese órgano rige todos nuestros atinos y desatinos.

Y por otros andurriales, y para machacar al Ruiz con guión después, Wert sigue ganándole a pulso el reto de mayor desastre de ministro del gobierno del Partido Popular, con la salvedad del gallego de boca y lengua pastosa. La Lechuza se refiere a los Goya, claro.
No hacen falta comentarios, salvo resaltar que de nuevo estos patriotas del desencuentro patrio (valga la redundancia ya que ellos se llenan la boca hablando de la patria de todos) insisten en ser reconocidos por la historia como mentirosos empedernidos, ya que declaró que su agenda estaba ocupada en esa fiesta del cine español desde hacía tiempo y de todos es conocido que hace un par de semana pidió audiencia allá donde se fue para no aparecer por los Goya.
Conclusión evidente: un MENTIROSO, y en esta ocasión más tonto que el gallego, que a veces hasta intenta disimular contestando en gallego, o sea, no contestando a nada.

Queridos lechuzos, lectores y amigos míos, aún así no os desaniméis, que todo es cíclico, y algún día esta gente dejará que vivamos en paz y cada uno acorde con sus pensamientos y su manera de ser, sea de aquí, de allá, o de acullá.

Entonces es cuando podremos decir claramente de dónde eran ellos.
Y nos alegraremos y celebraremos que ya no estén ni sean!!!

La Lechuza dixit. Y yo transcribo fidedignamente sus pensamientos, no como los Ministros del P.P., y su Presidente que lo es y de este país por ende.

1 comentario:

  1. Sigue, por favor, inventando historias," muchas historietas y muchos cuentos que tendrán el encanto de los duendes y el vuelo etéreo de las hadas y el trajinar de los trasgos"....
    Saca los hipopótamos de la caja de carton y pálpalos, palpa la vida que te queda por vivir....Y, con humildad te pido, que guardes entre tu colección, mi mirada de admiración envuelta en papel de cariño. Un beso, mi especial y maravilloso "loco" amigo. Elena.

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