miércoles, 19 de febrero de 2014

Personajes de mi pueblo (8) o tristezas y encogimientos del alma mía.


Esta tarde he ido al médico porque mi corazón sufre de desvaríos amorosos y de ausencias constantes y de permanentes sobresaltos.
El galeno me ha dicho que no hay solución más que la de un lametón de una lengua cándida y cálida de mujer recia y asentada. De amor bien dado y mejor recibido en el momento en que mi desazón me lo exija.
Así que me he ido con el corazón en un puño que no es guerra sino de cuño de desesperado.
Y al subir por la calle Muntaner en busca de los Ferrocarriles de la Generalitat de mi pueblo, que no es de mi pueblo porque ese es el barrio de San Gervasio, barrio que eso sí,  linda con mi pueblo, que tampoco es un pueblo porque es un barrio pero huele como un pueblo, me he acordado de que hace tiempo que quiero comprar Corned Beef, la carne de ternera argentina enlatada y cocida en salmuera y vinagre que tantas y tantas veces en el pasado degusté. Y como que me acercaba a la charcutería “Tívoli”, en Muntaner con la Vía Augusta, famosa por sus "delicatessen", pues allí me he dirigido.
Y Tívoli estaba cerrado, con el local con rótulos de en traspaso!!!
Mi corazón se ha encogido con desespero resquebrajado y repleto de lamentos herrumbrosos.

Mi abuela Montse, que también era de mi barrio además de mi abuela, me llevaba como si de una excursión se tratase a merendar al Tívoli, un  chocolate suizo con nata para chuparse los dedos, y después bajábamos hasta el Paseo de Gracia para ir al ya desaparecido Cine Publi, el de carteles de publicidad en el exterior como Ausonía, belleza y lozanía cada día, o Persil, laaaaveeee su ropa con Peeeersil, y anuncios pavorosos de Cerebrino Mandri y el antipolillas Polil, y allí veíamos los festivales de Tom y Jeery y las historias de Popeye el Marino, y me decía con su voz de sargento mujer de hombre que de sus cuidados necesitaba por su ceguera de glaucoma qur yo sería tan fuerte con Popeye porque mi mamá me hacía ricas espinacas a la catalana, con pasas y piñones.
Erró el pronóstico porque me quedé chico y de fuerzas restringidas, pero de cabeza y corazón apretado como la espinaca.

Por mi cabeza ha pasado fugazmente, como la sombra de un pájaro sobre la hierba seca del invierno, el cierre del Colmado Quílez, en Rambla de Catalunya con Aragón, que eso sí que no es de mi pueblo porque es Ensanche barcelonés, pero establecimiento al que yo acudía con mi mujer para comprar latas de los Cascajales, de mejillas de cerdo y ternera, de crestas de gallo fritas, de conejo cocinado con sanfaina y de arroces con langosta y gambas para deleite de mis hijos en comidas familiares.
Por mi cabeza ha pasado como 3l vuelo de la golondrina el posible cierre de la filatelia Monge, que allá que me importa a mí los sellos ni las monedas de reyes y capitanes generales y que dicen son prohombres y no son más que chalecos con medallas y chapas, pero que pena penita pena me ha asolado.

Me he sentido como cuando pierdes un amor, y un amor no se sustituye por otro amor por mucho amor que sea, como la canción que dice que cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no lo llena la llegada de otro amigo.

Esta crisis arrasa con todo menos con los culpables de la misma, que son los del poder que nos acogota a todos mientras ellos compran rosas y se beben nuestro vino y se van de pisoteo a las alfombras rojas.

Suerte que al llegar a mi pueblo, que no es un pueblo porque es un barrio pero huele como un pueblo, el un poco retrasadito que es mi vecinito me ha dado un limón para que le haga mermelada.
Me ha hecho sonreír, porque con un solo limón poca mermelada haré, pero para él será suficiente porque él me quiere y yo lo quiero a él.

6 comentarios:

  1. Pues sí. Hay ciudades pequeñísimas, como la mía, no en la que vivo que es pelín más grande, que si siguen así tendrán que poner el cartel de cerrado o se traspasa, pero a la entrada de la ciudad. Es tremendo ver cómo todos esos lugares que han formado parte de tu vida desde que tienes uso de razón desaparecen y en su lugar queda una pared polvorienta, pintarrajeada y guarra.

    Para acabar sin tanto dramatismo:
    Cuando el primer primo de los que componemos la saga de casi 30 se iba a casar, mi hermano le preguntó qué marcha nupcial quería que sonara en su boda y él, "culto" donde los haya, contestó que la de Persil. Y nosotros, tontos donde los haya también, tuvimos unos momentos de pánico en casa, pensando que quizá ese tal Persil era un compositor que se nos escapaba...
    La anécdota es un clásico en mi casa 30 años después. Aunque por supuesto mi primo nada sabe de todo esto...

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  2. Ni nada sabrá, porque por aquí no pasará...Espero!!!

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  3. Dios! Acabo de vivir la misma experiencia con el tivoli. De hecho buscaba en internet un traslado y no el cierre, pero no encuentro nada. Las croquetas del tivoli... bufff

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  4. Pilar: esta misma tarde voy a recomendar un nuevo lugar para disfrutar de unas extraordinarias croquetas que he encontrado. El local está en Sarriá, que es mi bario como ya sabrás, pero te daré el nombre concreto (creo que es "El Vermutet") la dirección exacta, y si gustas de las croquetas volverás a disfrutarlas. Bien hechas, con amor y cariño, con pasión incluso, y además con una oferta variada; encima el local es un amor, divino, acogedor. Esta tarde tendrás, a través de un nuevo comentario en esta misma página, la dirección exacta, teléfono para reservas,...

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  5. Lo prometido es deuda, Pilar.
    Se llama "El Vermutet", tal como te indiqué antes.
    Está en la C/ Cornet i Mas, 9 (Sarrià)
    Tfno.: 93 205 61 29 y puedes pedir por Mariona y/o Tanny.
    Croquetas: de bacalao, espinacas y piñones, jamón ibérico, pollo, rostit, ceps, gorgonzola y nueces, roquefort y dátiles, idiazabal, gambas de Palamós, y trufa con foie.
    TODAS DELICIOSAS!!!
    Ya me contarás, y me encantará que sigas escribiéndome opiniones tuyas en mi blog.
    Un besazo!!!

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  6. Jaja! Muchísimas gracias :) Las probaré, sin duda.

    Pd: Justo después de dejar mi anterior comentario vi pasar una furgoneta del Tivoli, por lo que deduzco que o bien no ha quitado la rotulación el señor transportista o siguen operando desde otro punto. Todo un misterio...

    Un abrazo

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