lunes, 8 de febrero de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Prácticamente dos semanas completas son las que su Majestad el Rey Felipe VI ha necesitado para sus dos rondas de entrevistas con los Jefes de los Partidos políticos, para oírles, hablarles (no sé si mucho porque este Rey es tan aburrido y sosainas como todos los Borbones) y proponerle al ínclito Mariano Rajoy que formase gobierno, para que el gallego le dijese que no está en condiciones de ello, y a Pedro Sánchez, para que éste le respondiese que lo va a intentar.
El marco general del encuentro es conocido por todos: una puerta guardada por un militar que la abre para anunciar “Su Majestad el Rey”, el personaje de turno esperando a su Majestad vestido con traje oscuro y corbata menos el podemita Iglesias que iba en mangas de camisa, el Rey caminando con la mano extendida y también ataviado con traje oscuro, y las cámaras de TVE y los flashes de la Agencia EFE disparando instantáneas ya son los únicos medios autorizados a estar presentes.
Todo al estilo de los tiempos ya caducos –afortunadamente, y aunque algunos no se hayan enterado todavía ni se enterarán- de la Edad de Oro
Y de fondo un tapiz titulado “Alejandro, antes de partir a la campaña en Asia, reparte sus riquezas entre sus amigos”, fechado en 1550 y tejido según cartón del pintor Michel de Coxie, católico convencido y abanderado de la Contrarreforma en aquellos tiempos de apogeo del protestantismo.

Destaco este asunto del tapiz porque según explicó Plutarco un estratega le preguntó a Alejandro qué le quedaría después de repartirlo todo, y el macedonio le respondió:

             “ Dentro de mí, la esperanza;
              fuera de mí, el mundo entero”.

Eso es exactamente lo que me ocurre a mí, no cuando reparto, porque no dispongo de riqueza alguna para repartir salvo alegría y ganas de compartir la vida, ahora que espero con enorme esperanza que de la escena política desaparezcan todos los peperos y peperas y el propio P.P., y así podamos compartir el mundo entero sin necesidad de que nos digan cómo debemos hacerlo, sin necesidad de que recorten la cultura, la sanidad, la enseñanza, el estado del bienestar, sin que nos digan en qué debemos creer, cómo y de qué manera, y para ello estimo como indispensable que esta gente del “establishment” desaparezca definitivamente y dejen de legislar y de aprobar leyes a golpe de decreto ley, a golpe de porque me da la gana porque nosotros mandamos y hacemos lo que conviene a España, que es lo  mismo que lo que nos conviene a nosotros.

Esa es la esperanza que tengo dentro de mí, y fuera de mí, el mundo entero para compartir, como Alejandro antes de partir a otras tierras lejanas.

Feliz semana a todos !!!

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