viernes, 18 de enero de 2013

Una crónica futbolera (o sea, una pequeña tontería)


Qué lástima, Pep!

Vaya por delante que soy culé empedernido, acérrimo, enfermo.
Vaya por delante que no tengo más que palabras de agradecimiento por todo lo que has hecho por el Barça, primero como jugador y, sobre todo, como entrenador.
Vaya por delante que lo que tú has hecho y conseguido me hace pensar muchas veces en mi padre, ya fallecido, porque hoy disfrutaría locamente con su Barca, que es el tuyo.

Estamos en una época de una bajeza moral total.
La lista de nuestros representantes, los del pueblo quiero decir, que roban, defraudan, mienten y engañan es enorme y nuestra sociedad sufre un deterioro moral como no hemos visto jamás.

Tú eres un espejo donde muchos se miran y admiran por tu entereza, tu dignidad y tu responsabilidad profesional e incluso social.

El siete de enero, con ocasión de la entrega del cuarto Balón de Oro a Lionel Messi, declaraste que volverías a entrenar el próximo curso, pero que todavía no tenías equipo.

Hace un par de días, nueve días después de tus declaraciones, la prensa descubre y notifica que antes de las Navidades, en Nueva York, firmaste un acuerdo con un equipo alemán de Munich por los próximos tres años. Y así lo confirma a los medios tu representante.

Decías el 7 de enero que con el Bayern de Munich, ese es el equipo alemán, no podías firmar nada por respeto a su actual entrenador, J. Heynckes.

Qué lastima, Pep !

Tú eres uno de los que podía colaborar a que la mentira desaparezca de nuestras vidas, tú podías aoportar algo de honradez a esta sociedad corrupta y mentirosa hasta lo insospechado, pero te olvidaste de ello cuando viste la lluvia de millones que te pondrán en tu cuenta corriente los alemanes de Baviera.

Qué lástima, Pep !

Bueno, al final es verdad que sólo se trata de fútbol, y en el fondo, qué importancia tiene un juego y unas cuantas mentiras más cuando millones de personas, y entre ellas muchos niños y mujeres y ancianos y hombres jóvenes pasan enormes penurias cada día.
Seguro que mi reflexión es una estupidez al lado del cúmulo de desgracias que nos asola, pero podías haberte ahorrado mentir, que es el verbo de moda en nuestra sociedad. Muy posiblemente tú nunca has querido ser ejemplo de nada. Ahora ya sé que no lo eres.

Que te vaya bonito por Alemania, Pep !

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