lunes, 23 de septiembre de 2013

Exageración.

Ayer me visitó un amigo.
Luego se fue y yo le envié un mensaje y le dije que lo quiero mucho.
Me respondió que soy un exagerado.
Pienso que no tiene razón porque amar nunca puede ser excesivo.

2 comentarios:

  1. Ya!
    ¿Por qué somos así? Seguro que no le pareció exagerado el sentimiento sino tu expresión del mismo. No estamos acostumbrados a oír estas cosas, según de quién vengan.
    Como el que llevaba un montón de años diciéndomelo a mí ha decidido dejar de hacerlo, ahora me dedico a decírselo a todos los que quiero: amigos, familiares...no importa la categoría, si me apetece lo digo, como me gustaría que me lo dijeran a mí. Percibo claramente que sorprende al principio, pero al final acaban "entrando al trapo". Torres más altas han caído!

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  2. No dejes de gritar siempre te quieros, Maribel.
    Cada mañana cuando salgo de casa miro al cielo y le digo a la que por allí vuela que la quiero. Luego me acuerdo de otra de las mujeres de mi vida y que yo llamaba mamá y también le digo que la quiero y después envío un mensaje a una amiga que me cuida y le digo que la quiero.
    Ya empezó el otoño y los grillos callarán, pero nosotros debemos seguir catando te quieros!!!

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