Un chino apareció fumando y escupiendo por la Cordillera de los Andes peruanos en no sé que zona porque la montaña atraviesa el país de norte a sur y además qué más da.
Una llama macho paseaba sin fumar pero escupiendo a larga
distancia por la calles de Pekín o de la muralla china o de algún lugar de
alguna ciudad prohibida que no supe identificar porque estaba más llena de
chinos que de hormigas y mira que ya es decir.
El chino se quejó de que el escupitajo casi le alcanza
mientras escupía por encima del hombro pero en la corta distancia y la llama se
indignó porque el humo le molestaba en los ojos y en sus pulmones.
Se cruzaron las miradas oblicua la del chino y de mujer la
de la llama macho porque la mirada femenina siempre llama.
El chino volvió a escupir pero con intenciones olímpicas en
la distancia y la llama le imitó pero con intenciones de bombero apagador de
colillas que yacían en el suelo.
El reto del chino y la llama estaba ya lanzado como un
escupitajo y con la brasa incandescente como la burilla de la colilla.
El chino de ojos orientales saludó con leve inclinación de
su cabeza china a la llama de cabeza y rostro peludo y andino y le espetó que
el arte de escupir no se valora en las distancias si no en su capacidad de
eliminar los malos espíritus que habitan en los cuerpos y que fumar calma y
sosiega el ánimo y la llama macho le respondió que ella no fumaba porque ese
mal hábito crea adicciones y daña los cuerpos y que aún así en JJ.OO. como los
organizados en alguna de las ciudades de hormigas chinas las llamas ganaban en
el campeonato del escupir.
El chino que empezaba a tener cara de chino cabreado que
provoca que se pongan amarillo intenso y ojos que casi no ven ni se ven por
rabia contenida le escupió que ellos eran de siempre inventores y sabios y con
tradiciones milenarias y grandes constructores como la Muralla China y la llama
que seguía siendo macho a pesar del nombre y la mirada femenina lo miró con
desprecio y le largó que su carne era apreciada y su lana y los tintes de
colores que aceptaba y sus intestinos creaban la música de tambores y cuerdas
acústicas y que hasta a los colonizadores de América en sus lomos había
transportado y que por civilizaciones como los incas eran adoradas.
Pero como todos sabemos de las grandes discusiones y de los
grandes desprecios surgen en ocasiones las grandes amistades y fue entonces
cuando la llama macho ahora con mirada de tal y directa a los ojos ahora no tan
rasgados del chino le propuso que no prosiguiese con su intención de
restaurantes chinos que de chino no tienen nada si no que con sus ideas y su
ingenio acoplados y compartidos dominasen el mundo de la publicidad pero que
para ello debían buscar el país adecuado y que ella opinaba que la Argentina
era ideal porque los hay García y Martínez y los hay Jodorowsky y los hay
Juárez y Mortimer y Puig y Alonso y McLauchlan y Berzekosvky y Rumescu y
Petrescu y Strauss y Stein y Cohen y Kawasaki y Chi Lu y… y escupió
parsimoniosa y lentamente mientras el chino abría la boca como cuando comen y
convertía sus ojos en grandes balones blancos manchados con un topo negro.
El chino reaccionó de su letargo catatónico y a la llama
macho le dijo que no tenía nada que perder y que podían probar y que para
confeccionar calzado deportivo de imitación en una cadena de producción ya
había muchos chinos en la china como hay ensaladilla rusa en Rusia y que la
idea de fundir el ingenio de dos escupidores en la corta y la larga distancia
podía resultar.
Y a la Argentina se trasladaron con el chino estirando el
gollete para aprender la escupida a la distancia y la llama macho con el
cigarrillo en sus labios camélidos y así buscar el entendimiento de sus mentes
creativas.
Hoy sabemos que el éxito les acompañó porque una compañía de
telefonía argentina seduce a sus clientes para llamadas a larga distancia con
un slogan que reza “La llama que llama” y luego “Paga menos” y dice cosas que
escupieron el chino y la llama macho como Hola, Parque USA de Yellowstone, le llama
la llama para preguntar por el chivo que chiva, jajajaja…, le llama la llama
para preguntar por la araña que araña, jajajaja…, le llama la llama para
preguntar por el hipopótamo que hipotálamo y no hay risa alguna, o Hola Parque
de Bomberos, le habla la llama, jajajaja me entendiste?…., o también
¿Tintorería Yamamoto? Lavan piel de llama o piel de moto, le llama la llama de
a pie que es su pariente, jajajaja…. o Está en el Circo el lanzallamas? Es para
que me lance un billete y así me ahorro el pasaje y jajajaja….
Así es esta historia, que es verdad porque la campaña
publicitaria triunfa en la Argentina, y el resto es posible que sea verdad y si
no lo es pues me lo he inventado yo y por tanto es tan cierto como que en los
Andes hay llamas y en la China chinos.
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