Hoy he hablado con mi hijo mayor.
Bueno, en realidad he hablado con mucha gente.
Bueno, y con mis hijos también hablo muchos otros días
porque aunque no viven en Barcelona viven conmigo y el migo es mi alma porque
el con sólo es preposición y a veces poco importante porque es hasta fea de
pronunciar por exageración de la posesión.
Pero sobre todo hoy he hablado breve con mi hijo mayor.
Él es diferente a mí, porque es fuerte y potente y breve en
sus comentarios y yo ni soy fuerte ni potente y necesito de palabras para
explicarme.
Mi hijo me ha dicho que ahora que parece que algunos
proyectos pueden ponerse en marcha la suerte con nosotros se aliará.
Claro, él sabe cosas que no sabes tú que me lees ahora, y
que ahora no voy a explicar porque ahora no toca.
Luego se me ocurrió decirle que si algún día puede decir que
de su padre aprendió a amar daré por bien mi empleada mi vida.
Él me ha dicho que me quiere y le he contestado que yo lo
quiero.
Bueno, no son más que conversaciones de un padre con un
hijo.
Luego nos despedimos pero yo ahora sé que él cada vez amará
y amará y amará más que nunca porque aunque él no me lo diga sé que me hace
caso siempre, bueno, casi siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario