martes, 11 de octubre de 2016

Pensamiento Fittipaldi (XVIII).


Pensaba en que mi nombre es Paco Riera.
En realidad lo que pensaba es que en mi nombre sólo falta la vocal u.
Tal vez no la tengo porque la u es la vocal del susto, y sustos ya he tenido bastantes.
También la u suena al ulular del búho y la lechuza, y para lechuzas ya tengo la de el Grito, de la cual soy su cronista.

Luego he pensado que la a es la vocal de la comprensión y tal vez del consentimiento.
Luego he seguido con la e, que es la vocal de la sordera.
La i la de los histéricos que se asustan y gritan ante la aparición de un ratoncillo.
Y he concluido pensando que la o es la vocal del asombro y la estupefacción.

Me divertía.

Entonces he imaginado una a detrás de otra a y así varias as (¿o será ases?) y mi mente ha pensado en una caravana de camellos por el desierto.

Luego he querido pensar qué sería de una e detrás de otra e (que no pueden ser eses, porque eso está reservado para la consonante s) y así varias veces, pero me he cansado y lo he dejado.

Ya no me divertía.

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