Pensaba en que mi nombre es Paco Riera.
En realidad lo que pensaba es que en mi nombre sólo falta la
vocal u.
Tal vez no la tengo porque la u es la vocal del susto, y
sustos ya he tenido bastantes.
También la u suena al ulular del búho y la lechuza, y para
lechuzas ya tengo la de el Grito, de la cual soy su cronista.
Luego he pensado que la a es la vocal de la comprensión y
tal vez del consentimiento.
Luego he seguido con la e, que es la vocal de la sordera.
La i la de los histéricos que se asustan y gritan ante la
aparición de un ratoncillo.
Y he concluido pensando que la o es la vocal del asombro y
la estupefacción.
Me divertía.
Entonces he imaginado una a detrás de otra a y así varias as
(¿o será ases?) y mi mente ha pensado en una caravana de camellos por el
desierto.
Luego he querido pensar qué sería de una e detrás de otra e
(que no pueden ser eses, porque eso está reservado para la consonante s) y así
varias veces, pero me he cansado y lo he dejado.
Ya no me divertía.
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