viernes, 21 de octubre de 2016

Pequeño (ísimo) homenaje a Bob Dylan.

 
Muchas veces no es tan difícil escuchar al viento
y entender su mensaje.
Hoy, al igual que otros muchos días,
me susurra en el oído la muerte de la persona que yo era antes
de que falleciese aquella a la que yo amaba.
Yo era uno,
y el viento me sopla,
con la suavidad y la caricia que sólo conoce el viento,
que ahora soy otra persona,
porque ella así lo desea
y por eso me manda su viento
para que yo conozca su pensamiento.
Yo deseo atender su mensaje,
y por eso,
sólo por eso,
escucho el mensaje del viento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario