Más Campari.

Más Campari.

Ahora me persigue.

Decía hace un par de días que un abuelete se pide un Campari, y yo hacía años que no veía a nadie pedir un Campari.

Empiezo la mañana con la prensa, y le primera noticia que me salta a la vista es que la Thurman será la imagen del Calendario 2014 de… CAMPARI.

El año pasado, dice la noticia, fue Penélope Cruz.

Y yo sin enterarme!!!

El título del calendario es Worldwide Celebrations, que me importa un pepino, pero no el fotógrafo, que es Koto Bolofo, grande grande como fotógrafo.

Murió Ramallets, el “Gato de Maracaná”. Antoniu. Curioso, no era Antoni, si no Antoniu. Catalán de los de verdad, el nombre digo. De pequeño, ya lo escribí algún día, en Sarriá, corría el Llin, lamía a Verónica, húngara que también era lamida por mi tío Jordi, y yo vestía con camiseta negra y

escapulada de blanco ramallets mientras un primo Jaime de mi padre me chutaba pelotas.

El 1 de agosto habló Rajoy.

Bueno, farfulló, que es como muy gallego.

Qué asco.

Parece que mis hijos confirman que se vienen a Enveitg. Parece. Ya veremos. A mí me hace ilusión. A ellos ya veremos. Otra vez veremos.

Quim Monzó  escribe que también a los peatones nos multarán si bebemos una copa de más: que nos den un carnet también de puntos, y si los superamos, los puntos quiero decir, no la tasa de alcohol, pues no podremos salir a caminar por la calle.  Castigados en casa, sin salir.

Este gobierno a parte de prohibir y recortar, ¿hace algo?

Como si a ellos les importase nuestra salud. Menos recortes y más cerveza.

Ayer ví una película de un chaval que era autista y sentí envidia.

Envidia de su mundo interior.

Un escritor me dice que si echas de menos a tu hijo muerto no podrás ocuparte del hijo vivo.

Pienso en ello.

El macho de la Cospedal, porque no sé si es marido, es macho que es como más vasto, parece que también está pringado. Y no de miel, sino de roña.

Pensaba que podía empezar a escribir un Diario, pero no.

Me pasan demasiadas cosas en un día.

¿Será por qué mantengo lo ojos muy abiertos?

O es la curiosidad que me puede.

Está claro que lo de escribir un diario no es para mí.