miércoles, 25 de noviembre de 2015

Susto.

 
La pasada madrugada intenté darle un susto al miedo.
Pero el miedo se mostró impertérrito y me dejó un poco cohibido.

Y, además, me asustó.
Es un enemigo duro, acérrimo y persistente.

El día que no me espere, lo venceré, por sorpresa.
Y por convicción, que no por necesidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario