sábado, 3 de marzo de 2012

Papito (y no el de Bosé sino el mío)

Buenos días, Papito!!!

Hace unos días que quería hablar conti (me como el go porque me suena a inglés y no me gusta mucho porque media vida estudiando para hablar ese idioma y qué mal se me da).

Que semana más mala, Papá !!!

Bueno creo que ya estás informado pero Eduardo hijo de Pía y ahijado mío que sabes soy hermano y cuñado de tu hija se accidentó con su moto. Le pasaron por encima y menos los huesos le han roto todo lo que se han encontrado por ahí y que se llama pulmón, riñón, páncreas (es más dulce melsa que es en catalán), el bazo que como se comió la r se escondió en el cuerpo no como el brazo que se enseña y ensaña y molesta por todos lados.

Yo he sufrido mucho por mi ahijado y por mi hermana y por mi cuñado que son una maravilla y que me cuidan desde que mi mujer me dejo más solo que la una y que no duermo porque no me acompaña nadie y tengo frío en mi cama.

Pero se sale, Papito. Eduardo se sale. Qué felicidad!!!

La semana ha sido difícil y eso que el lunes en Madrid conocí a gente extraordinaria, Ramón y Paula, gentiles y cercanos y cariñosos y risueños y amantes del arte y sensibles y que me hicieron sentir muy bien además de comerme unas cocochas de merluza sensacionales. Este país está mal como otros muchos y un soplo de bondad y de jovialidad va bien y esa gente que son de Castilla con reminiscencias taranconeras y sal de islas casi de África pero con nombre de pájaro, fíjate tú, fueron una brisa fresca para mi corazón.

Pero oye, lo que tú me explicas me encanta.
Esa paella del firmamento que degustas los domingos parece sensacional aunque sea un poco rara para los que todavía estamos aquí pero que me parece tiene una pinta magnífica. De un solo grano de arroz pero gigante y relleno de gambas estelares y cigalas cúmulo y percebes cirrostrato y langosta nimbostrato y todo peladito para que no te preocupes en trabajar nada, ¡¡¡ qué maravilla, papito !!!
Y la presentación debe de ser preciosa al ver un grano gigante de arroz en un plato y al trincharlo descubrir las exquisiteces de su interior. Cómo te envidio, Papito!!!

Sí, ya sé que la Mamá sigue tricotando ahora bufandas de polvo de estrellas siderales para mí y que ha eliminado los truenos porque aunque son truenos celestiales no dejan de ser truenos y yo esta semana ya los he tenido en exceso, y con mi bufanda seré como una estrella cuando me la ponga porque me dice que despide rayitos de luz multicolor y le he pedido que no me haga una sino varias porque a mis nietas también les gustará lucirlas en Terrassa y Tarancón y ser la envidia de toda la población.

Dile a Mamá que me gustaría un montón hacerle una caricia a lo Bogard en su mentón pero como que no participé en la película “Casablanca” no sé si lo haré bien porque esas cosas hay que entrenarlas para que no salgan torcidas y a veces a mí se me enredan las cosas.

Papito, qué bien volver a charlar contigo, y déjame que te pida un favor. Dile a mi amor que es mi mujer y que es mi amada que la semana que viene hablaré con ella porque ahora se me mezclan las ideas y las palabras se me atropellan en la lengua.
Dile que  sigo queriéndola como el primer día que me besó, porque fue ella, porque yo no me atrevía porque era y es tan guapa que yo pensaba que me rechazaría porque yo soy bajito y feucho y me hizo acostarme tres días de la neuralgia cabezona que me causó la humedad y el calor de sus labios amorosos.
Dile también que cada vez que veo una pelirroja me emociono y casi la sigo por la calle como un ladrón o un bandido que busca su presa, pero…
oye, padre, no le digas nada, qué caray, ya se lo explicaré yo, que es lo que toca, ¿verdad? !!!

Decirle a una persona que la quieres  es lo que debe hacerse aunque en esta sociedad que hemos construido no se estila porque parece cursi o pareces tonto aunque no hay nada más bello que decirle al otro que lo quieres y eso es lo que yo sentía por mi compañera.

Sí, ya sé que esta noche me hablabas mientras dormía y por eso ha sido noche plácida. Claro que lo sé. Por eso te escribo ahora y ahora que me doy cuenta conforme te escribo caigo en la cuenta de que siempre te llamé Papá y de que en un momento necesité de ciertas solemnidades y por eso te llamé Padre hace unas semanas.

Hoy papito.
Hoy papito.
Hoy eres mi papito y también te digo que te quiero porque eres un tipo formidable.
Te llamo otro día pero que sepas que aunque no te va a gustar la expresión porque mimas tu lenguaje pienso que eres un tío cojonudo, sí, cojonudo.

Te quiero, papito.

2 comentarios:

  1. Precioso escrito a tu Papito... me ha encantado lo de las bufandas de polvo de estrellas siderales!

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  2. Pues le pediré a la abuelita que además de bufandas de polvos siderales para Paula y Susana también haga una para que la puedas lucir por Boston.
    Y recuerda que cada vez que mires al cielo verás algo de tono cobrizo, y esa, esa es mi mujer!!!

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