Píldora de la luna de los
lunes.
Cavilaciones, reflexiones
e introspecciones.
En muchas ocasiones, y sobre todo en mi época de
publicitario, he pensado en el mejor método para ser más creativo, para
desarrollar ideas novedosas, impactantes, y sobre todo, con resultados.
En otras épocas profesionales, como cuando dirigí una red de
distribución de una multinacional de seguros o cuando colaboré con una
Organización especializada en el mundo del head-hunting, pensé en cómo hacer
las cosas de forma que fuese más efectiva, y para ello concluí que la única
forma era siendo diferente del resto (para ofrecer eso que llaman “valor
añadido”), exhibiéndolo y consiguiendo que lo que se valorase fuese por los
resultados obtenidos en los diversos encargos y objetivos que perseguía.
Para ello encontré una máxima que me apunté a fuego en mi
cabeza, para que rigiese mi forma de pensar cuando enfrentaba un tema o un
problema:
“Todo progreso depende del
hombre irracional.”
Bernard Shaw. (Dublín,
1856 – Ayot St. Lawrence, Reino Unido, 1950)
Premio Nobel de Literatura
1925
Aquel que tiene como objetivo ser racional, ser un ser normal,
equilibrado, consolidado, lo único que conseguirá, en el mejor de los casos, es
ser uno más, ser del montón, ser socialmente aceptado como una persona
correcta, incluso ser respetado por coherente y lógico.
Nunca, nunca, conseguirá progresar más allá de lo que es
habitual entre los normales, entre los hombres de patrón clásico, ni él, ni su
negocio (sea de su propiedad o sea asalariado) o su Organización.
Para progresar, para crecer, para ir más allá, hay que
aceptar que se va a sufrir: incomprensión, escarnio, burla, desprecio,
marginación incluso.
Sólo al final se conseguirá el reconocimiento por los
resultados obtenidos, si es que se consigue, porque también es común y habitual
opinar que lo logrado es fruto de la casualidad, del azar, de la conjunción de
factores ajenos a ti, nunca porque tu “mirada” diferente, creativa, pasional
(que es lo contrario de lo racional) haya sido la clave del éxito.
Pero si deseas subir la montaña lo más alto posible, no lo
olvides: contempla y analiza las causas, los problemas, las oportunidades, las
soluciones,… con una mirada diferente, positiva, creativa, revolucionaria, y
para ello trabaja en equipo, escucha, piensa, discute, compara, y si a la
primera no lo consigues y fracasas, sigue, sigue, no te detengas, no te amilanes,
no dudes… porque los resultados se presentarán cuando menos lo esperes, pero
llegarán.
Ser diferente no es fácil, porque está reservado a unos
cuantos escogidos, y tú puedes ser uno de ellos.
Ánimo, y feliz semana para todos !!!
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