Adán y Eva me han contactado esta madrugada por nubemóvil
para aclararme o hacerme sabedor de que no sucumbieron al mensaje de la
serpiente, sino a las fragancias y perfumes de la manzana.
Les he respondido que siguen en su proceso de confirmación de
su imbecilidad, y lo he hecho haciéndoles ver que la vida extraterrestre no
contacta con nosotros porque caminamos hacia el exterminio, y por ello para qué
contactarnos, gracias a nuestras ilimitadas capacidades para sublimar la
idiotez.
No habrá manzanas en breve, y menos serpientes, por lo que
no es necesario que estos dos antepasados nuestros y precursores de la
imbecilidad pierdan el tiempo explicando el por qué de su decisión de atender
el consejo del reptil o el olor de la fruta.
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