jueves, 5 de enero de 2012

Noche de Reyes

Esta noche me gustaría soñar.
Me gustaría intercambiar mi sueño con el de un niño de siete años al que llamaban Paquito, Pacorro que se te quema el gorro.
En el sueño no quiero acostarme porque no me quiero dormir porque están a punto de llegar los Reyes de Oriente con todos sus regalos, que no son oro, incienso y mirra, sino scalextrics, bicicletas, y Jabatos y Capitán Trueno y Tintín, madelmans, pelotas de fútbol y camisetas del Barça, y también carbón negro de azúcar.
Y mis hermanos están muy nerviosos y mis papás parece que también, porque ellos también tendrán regalos, joyas para mamá y corbatas para papá y alguna americana para que esté muy elegante cuando vaya a trabajar y sea importante.
Y al final mamá dice que me tengo que tomar una luminaleta porque estoy demasiado excitado y eso me hará bien. Y eso me duerme, pero como que ya me lo sé no me importa porque también sé que cuando me despierte habrá mucha felicidad en toda la casa.
Y me despierto muy pronto, y corro a la cama de los papás para animarles a levantarse, porque estoy seguro de haber oído el ruido de los camellos y de los pajes, y el tintineo de los cubiertos de los Reyes degustando los turrones y el cava que les preparamos para evitar el agotamiento del largo viaje y la ingente labor de esa noche.

Y ya hacemos cola frente a la puerta del salón de la casa del Ensanche para que, de menor a mayor, por turno y de uno en uno, asomemos la cabeza a través del quicio de la puerta de amarillo esmerilado, y comprobemos si los Reyes han hecho su trabajo. ¡¡¡ Y lo han hecho !!! 
Y papá pregunta qué he visto, y yo le digo que... oh... ahhh.... un... una...  muuu... muchas cosas... muchasmuchas... e invadimos el salón y yo no paro de frotarme las rodillas y las manos porque no sé qué hacer con ellas, y tengo pipí y mucha risa y muchos nervios y no se por dónde empezar con los regalos, que alguno no funciona porque los Reyes olvidaron las pilas, y pregunto qué te han regalado y no me entero de nada porque no sé si estoy soñando o estoy despierto.

Estoy despierto. Fin del sueño. Tal vez fin del deseo. Bueno, da igual, que se llame como se llame.
Pero como que la realidad es que hoy es noches de Reyes, y existen sueños y deseos, me intercambio ahora con el presente y pienso que tal vez desde mañana algunos hombres se intercambiarán con las ostras del mar para que su fruto sea una perla y podamos obsequiarnos entre nosotros con ese fruto maravilloso, y ese es mi sueño de intercambio con los Magos de Oriente.

Ahora sí decido que pronto iré a dormir, contento porque mañana Paula y Susana se intercambiarán conmigo y serán muy felices, y tendrán pipí y risa y nervios desbocados y se harán un lío con el envoltorio de los paquetes de los Reyes Magos.

2 comentarios:

  1. Paco, espero que SSMM los Reyes Magos te traigan cosas como creatividad, emoción, ilusión... y muchas cosas más para que seas muy feliz, que te lo mereces!!!!

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  2. Cuantos recuerdos, y que bonitos!!!!...pero has olvidado las cortinas verdes que separaban el comedor de la sala desde donde papá nos hacia mirar...la puerta fue más tarde...cuando desaparecieron esas cortinas...

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