Jacinto Ciprés estaba casado con Juliana Romero, mujer
activa y hermosa que además de la casa y de despachar en la floristería del
marido, criaba a un hijo al que registraron como Narciso, Narciso Ciprés
Romero, y a una hija a la que llamaron Verónica, ya que Jacinto, su padre, era
un gran aficionado a la tauromaquia y consideraba que el pase más precioso,
bonito y bello del arte del toreo era la “verónica”, y si era efectuado por El
Litri, Curro Romero o Rafael de Paula entonces adquiría carácter de divino, y
en el fondo de su alma albergaba la idea de que su hija, a través del nombre
impuesto en la pila bautismal como nombre de lo mismo, o sea de pila, sería la
más bella joven, y después mujer, del Ensanche derecha de Barcelona.
El negocio funcionó.
Casi todos los muertos, salvo honrosas excepciones, son
adornados con flores y coronas de flores que no aciertan a ver porque ya están
lacrados en sus ataúdes pero contentan y tranquilizan los espíritus de los que
aquí se quedan porque los sobreviven.
Pero Narciso, y menos Verónica, no aumentaron el reducido
grupo de amistades que estaba compuesto por Pau, para él Pablo, y Sinforoso,
porque ambos hijos del florista eran caprichosos y livianos, eran dos
primaveras alocadas que hablaban voz en alto, que parecía alegres de forma
permanente, que vestían con colores llamativos y provocativos, que reían a
mandíbula batiente por cualquier menudencia y que se comportaban de forma
irreverente y poco considerada con las prácticas mortuorias y religiosas de
nuestra sociedad, aspecto que hería los sentimientos de Pau Eterna y Sinforoso
Sierra porque no dejaba de ser el trabajo de sus padres y, además, ciertas
costumbres y más las relacionadas con personas fallecidas y sus familias
merecían, a su juicio, otras formas y otras composturas.
Así que nunca intimaron, más bien al contrario, mantenían
ambos bandos posiciones enfrentadas y de forma simple y sencilla se detectaban
animadversiones mutuas, por lo que evitaban un exceso de contacto entre ellos.
(continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario