miércoles, 2 de septiembre de 2015

"Negra y Criminal".

 
Ayer ya se divulgó a través de las emisoras de radio.
Hoy lo publica La Vanguardia.
La Libraría “Negra y Criminal”, de la Calle de la Sal número cinco en el barcelonés barrio de la Barceloneta, la librería de Paco Camarasa y Montse Clavé, la librería de los mejillones y el vino tinto en las matinales de los sábados, cierra sus puertas el próximo mes de octubre.

Si hace unas semanas lloré el cierre de Vinçon, que era parte del diseño de Barcelona, en el Paseo de Gracia, hoy se me hacen grietas en el alma con la desaparición de “Negra y Criminal”.

La descubrió mi compañera, que conocía Barcelona como la palma de su mano, y un sábado de hará más de diez años nos acercamos a esta Librería.
Paco Camarasa me atendió mientras me preguntaba si era aficionado a la literatura negra y yo le contestaba que sí, aunque por temporadas, y también a la criminal. Disertamos sobre las diferencias entre uno y otro género, y Paco me explicó que por ello el nombre que con su Montse habían escogido, “Negra Y Criminal”.
Sus conocimientos sobre el género son inabarcables, y yo me empeciné en competir con él a base de preguntarnos por autores, títulos, protagonistas, ediciones,… mientras Montse nos servía unos mejillones, que son de cáscara negra, cocinados al vapor en los fogones situados junto a los mismos libros, y un buen vino tinto, ese que los catalanes denominamos vino negro.

Esta visita la repetimos muchos otros sábados.
Yo compraba algún libro, Paco me asesoraba sobre lo que valía la pena leer, sobre nuevos autores, novedades y escritores noveles, Susan nos  contemplaba con esa sonrisa tan divina que poseía y que jamás abandonaba su cara y que dejaba caer como despistada para que todo el mundo la recogiera, y al salir, tras besar y agradecer los moluscos a Montse, nos dirigíamos al “Vaso de Oro”, otro emblema de la Barceloneta, donde degustábamos una Cerveza "al 50%" o "mitad y mitad" (vaso tipo flauta con la mitad de cerveza rubia y la mitad de negra) junto con una tapa de mojama, salada a rabiar y enamorada de la cerveza fría y bien echada.
Después, Ramblas arriba hasta los FF.CC. de la Generalitat para regresar a Sarriá, y mientras yo miraba ilusionado las cubiertas y las contras de los libros recién adquiridos Susan me daba unas palmaditas cariñosas y satisfechas de mi alegría en la pierna.

Ya no podré repetir aquellas mañanas divinas de los sábados
Deja de existir “Negra y Criminal”.
Detesto la globalización y las grandes superficies.
Creo que fue Miró quien dijo que en lo local está lo universal. Y yo creo en ello.
Nos dejó Susan.
Todavía me cuesta aceptar su partida.

Tal vez sí que sea cierto que Barcelona debe replantarse qué tipo de ciudad quiere ser. Qué tipo de turismo desea.
Pero ese es otro tema. 

Ahora toca derramar una lágrima, negra, muy negra, claro está, por la Librería de la Barceloneta, de la calle de la Sal número cinco.

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