viernes, 25 de septiembre de 2015

Relámpago mental desmantelado XXXVIII y/o el contrasentido de la vida.

 
Me he pasado toda la mañana sentado en el mirador por excelencia de mis últimos meses. En Llívia, en la Cerdanya.

Y me ha asaltado la cabeza una frase que comentamos con un amigo hace unos días: “La vida es un contrasentido. Separado se escribe todo junto, y todo junto se escribe separado”.

He intentado darle la vuelta al tema, pero está claro que todojunto es un error, y más todavía los es sepa rado.
No me queda más remedio que reconocerlo: la vida es un contrasentido.
Es posible que en esa tres palabras (todo, junto y separado) esté la raíz de los continuos contrasentidos que nos presenta la vida cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo.

Me pido una cerveza monstruo a ver si las burbujas hacen que piense en otra cosa, porque la idea final de horas, minutos y segundos me esta martilleando el cerebro como una gota malaya. Más me vale que muchas gotas del néctar de cebada me llenen el estómago y disipen los agobios de la cabeza.

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