Crónica (del
desencanto, de la desolación, de la desilusión, de la depresión, de la
deserción, incluso del desamparo) de el
Grito de la Lechuza.
Hace unos pocos días, dos o tres, diversos Ayuntamientos y
Organismos públicos de Catalunya ondeaban la bandera de la Unión Europea a
media asta, a consecuencia de la pérdida de valores que sufrimos y que en estos
momentos se manifiesta con espectacularidad en la denominada “crisis de los
refugiados”.
Ayer mismo se ultimó el acuerdo y a partir de mañana mismo,
o pasado, que más da el día exacto, se iniciarán las expulsiones, o
deportaciones, o repatriaciones o confinamientos en Turquía, que más da si el
término es el adecuado o no.
También hace un par de días, en las diferentes cadenas
televisivas pudimos ver a aficionados del equipo de fútbol del PSV Eindhoven,
Holanda, practicando el escarnio, la mofa, el maltrato,… que más da si el
término es el mas correcto, de unas mendigas rumanas en Madrid, a las que
lanzaban monedas para que las recogiesen del suelo, las obligaban a hacer
ejercicios abdominales estiradas en el suelo para darles caridad, y quemaban
algún billete de euro delante de ellas para simplemente mofarse y divertirse
con el dolor de esas mujeres.
En Barcelona ocurrían hechos similares con aficionados del
equipo del Arsenal, Inglaterra, en concreto de Londres.
Y en Roma, aficionados del Sparta de Praga, checos por
tanto, orinaban encima de una mendiga que sólo pedía limosna para poder
llevarse algo a la boca.
Esta es la Europa en la que habitamos, la que consideramos
la cuna del conocimiento, el Viejo Mundo, la Europa que heredamos de los
antiguos Faraones y de los fenicios, de los griegos y sus padres de la
filosofía, de los romanos que nos enseñaron a construir, edificar, a canalizar el agua para el
consumo y la de desecho, y los cartagineses que lucharon por sus derechos desde
sus dominios en el Norte de África.
Y nosotros, sus descendientes, desde la culta, noble y
sofisticada democracia que hemos construido en los países nórdicos (donde, por
ejemplo, en Dinamarca ya dominan los partidos xenófobos), en la Europa Central,
en las Islas Británicas, en Francia, Bélgica, Holanda, Italia, España, Grecia,… permitimos que
esos energúmenos analfabetos campen a sus anchas por toda Europa, en la
sociedad de las nuevas tecnologías y del Gran Hermano que ya predijo Orwell, y
no somos capaces, porque nos da igual, de identificarlos para hacerles penar su
indecencia, su falta de humanidad, su insolidaridad y su falta de ética y
moral.
¡ Qué vergüenza !
Agarro la prensa escrita con un incendio en mi alma para
dejar de ver esas escenas que reproducen hasta la saciedad los medios
televisivos, y tras unas breves líneas confirmo que las esperanzas que estaba
depositando en unas nuevas formas de hacer política, las que plantean desde
hace unos meses PODEMOS, han fenecido para recuperar la vieja forma de
practicar la política, esa que prima la lucha por el poder personal por encima
de las ideas y los principios de la sociedad.
Se concreta en este caso en las luchas intestinas que están
protagonizando el número 1, Pablo Iglesias, que se carga al número 3, un tal
Pascual, que al parecer era de la cuerda del número dos, Ínigo Errejón.
Es la historia de siempre, y queda magníficamente reflejado
en el comentario del articulista Lluís Foix cuando escribe que esa gente puede
hacer políticas distintas, pero no nuevas, porque la política es tan vieja como
la tos.
¡ Qué desencanto, qué desilusión, qué esperanzas de nuevo
defraudadas !
Pero es que al día siguiente, o sea, ayer, pero que mas da
el día exacto para el caso al que ahora la Lechuza desea referirse, vemos en TV
y leemos en la prensa y oímos en la radio, que el Gobierno en funciones de
España no acata ni acepta ni atiende mandamientos del Congreso porque dicen que
al estar en funciones y no tener el reconocimiento de la Cámara para gobernar
no tienen por qué someterse a según que disposiciones y mecanismos.
Pero, sin embargo, no dejan de firmar Decretos de Ley, que
es una forma de gobernar no democrática, porque como dice la propia
Constitución es una herramientas excepcional para ser utilizada en situaciones
o casuísticas de máxima gravedad, como ha sido recientemente el Decreto Ley
firmado por el Gobierno (en funciones) sobre el Plan Hidrológico del Ebro.
¡ Lamentable !
Y finaliza su exposición la Lechuza recordándonos a todos
que ese líder político que da lecciones de democracia, y sobre todo a los
catalanes, ese lerdo llamado Mariano Rajoy, ha decidido no someterse a ninguna
Sesión de Control del Parlamento utilizando el mismo motivo anterior, es decir,
que están “en funciones”, y para resaltar que no es un farol no deja asistir a
su Ministro de Defensa, Pedro Morenés, a una Sesión específica.
¡ Impresentable político, impresentable líder, impresentable
persona !
La Lechuza me ruega que me retire, que lo que quería decirme
para que escribiese esta Crónica dicho está, pero creo que lo que le ocurre es
que no quiere que la vea llorar de rabia, de indignación, de impotencia y de
frustración.
Y me retiro, porque la comprendo, porque a este Cronista le
pasa lo mismo.
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