viernes, 10 de mayo de 2013

La Pajarita de Papel (Capítulo 5)

 
Al cabo de un tiempo de felicidad empresarial y crecientes beneficios la Pajarita de Papel seguía en la mesa del Coordinador de Esfuerzos Comunes, que no CEC, quien seguía presionando y jugueteando con su cola para ofrecerle su ayuda en los pequeños vuelos y saltitos que por la mesa efectuaba, cuando la señora de la limpieza, que se había incorporado a la empresa con condiciones de empleada y no de subcontratada y que disfrutaba de su tarjeta de visita que rezaba Directora de Salud, Higiene y Lozanía (al igual que el celebrado slogan de Bella Aurora cada día) le solicitó al Coordinador si podía llevarse por unos días a su hogar a la Pajarita que tanto había favorecido la organización y desarrollo de la empresa a la que ella pertenecía.
El Coordinador manifestó su satisfacción y accedió a su petición.

Al atardecer, al caer el sol y coincidiendo con la cena,  la Señora explicó a sus varios hijos y a su marido que seguía de peón de la construcción porque muchos estudios no tenía, que la Pajarita de Papel les ayudaría a progresar en sus ambiciones por obtener más y mejores recursos económicos, pues así lo había hecho en donde ella prestaba sus servicios, y para ello cada día de la semana con uno de ellos dormiría.

Y así fue.
El primer día durmió con la más pequeña, al siguiente con el chico que pantalón corto usaba todavía, al otro con la chica que ya salía alguna que otra noche si a la madre bien le parecía, el jueves durmió con el chico que estudiar quería y así lo hacía, y el viernes con la mayor que ya gastaba novio y en la caja  del supermercado atendía cada día.

El sábado la madre reunió a toda la familia a la hora de la comida y a cada uno de sus hijos les preguntó por sus noches con la Pajarita de Papel.
Todos dijeron que la habían cuidado y atendido mientras ella en su almohada dormía y que por la mañana, antes de iniciar sus actividades fuera del hogar de la familia, un beso de amor le habían entregado.

La Pajarita de Papel escuchaba en silencio desde el centro de la mesa circular mientras la familia  charlaba y comía, y entonces decidió hablar con gran sorpresa para madre, padre e hijos de esa familia.

Y lo que dijo la Pajarita de Papel es que no hacía falta que los ayudase en su progresar, porque una familia bien avenida y con suficientes ingresos para cubrir sus necesidades en lo único en lo que crecer podía era en amor y entrega de sus corazones a los miembros de la familia y eso a ella no le correspondía porque todos ellos ya lo sabían y además así lo hacían.

La madre quedó muda de silencio hasta que decidió coger entre sus dedos a la Pajarita y ofrecerle el más tierno de sus besos mientras su marido peón de albañilería acariciaba con sus rudas pero tiernas manos la espalda de la Pajarita.

Y la Pajarita de Papel se despidió y con su vuelo por la ventana salió para del Coordinador de Esfuerzos Generales también despedirse y regresar con su mago para echarle una mano dentro de su gorro de magia y sus tijeras de papiroflexia.


Este cuento a mí me lo explicó una vieja revieja y requetevieja y de mucha muchísima y requetemuchísima sabiduría que ayer por la noche en mi almohada apareció y este cuento me dejó cuando a mi oreja se acercó.

(continuará con el Epílogo, porque el Cuento o Narración de La Pajarita de Papel ya se ha acabado).

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