Al poco llegó a casa Víctor con la incredulidad escrita en
su rostro.
Me dijo que le estaba engañando, que no podía ser verdad que
tuviese un flan parlante en casa y le respondí que lo iba a comprobar en cuanto
fuésemos a la cocina y que es a donde nos dirigimos de inmediato.
Encendimos la luz de la cocina, y… sobre la mesa había un
plato con restos de caramelo líquido pero… ¡¡¡ EL FLAN HABÍA DESAPARECIDO !!!
Le expliqué a mi sobrino que tal vez estaba flandando por la
casa y que aparecería enseguida pero no apareció ni cuando nosotros lo
buscamos.
Nos sentamos con cierta desolación en la sala de estar y
tras cavilar un ratito llegamos a una conclusión: si en la casa sólo estaba yo
y al llegar Víctor el flan ya no estaba, EL FLAN HABÍA SIDO SECUESTRADO.
Fue entonces cuando pensamos que a lo mejor estábamos
llegando a conclusiones erróneas porque cuando se produce un secuestro de forma
rápida alguien pide un rescate.
Por tanto, debíamos ser pacientes y esperar una llamada
telefónica, una carta, un telegrama o un aviso del tipo que fuese que nos
indicase cómo actuar para recuperar a nuestro flan parlante y desconocido
todavía por Víctor.
Pasaron varias horas y nadie dió señales de vida.
Empezaba a anochecer y eso no era una buena señal.
No debíamos permitir que el nerviosismo se apoderase de
nuestro ánimo pero ya empezaba a invadir nuestro espíritu de forma lenta pero
viscosa, penetrante.
Y entonces ocurrió!!!
Nos miramos los dos desde nuestros asientos en el salón de
casa y sólo con la mirada convenimos que se había oído un ligero quejido de
voz flanana, no humana aunque muy
parecida, proveniente de la cocina de casa.
Nos levantamos presos de una excitación incontrolable y a la
cocina corrimos.
El plato seguía sobre la mesa con los restos de caramelo ya
cuajados.
Y entonces se oyó de nuevo.
Era un quejido breve pero lastimoso, sin intensidad sonora
pero repleto de dolor y parecía que provenía del cubo de la basura.
Abrimos la tapa con evidente ansiedad pero con extrema
cautela, y… ALLÍ ESTABA EL FLAN PARLANTE !!!
(continuará)
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