domingo, 6 de octubre de 2013

Mantis Religiosa II.


Dos Mantis Religiosas copulaban en la rama de una planta totalmente ajenas a mi presencia.

Al finalizar la cópula la Mantis Religiosa hembra se dedicó tranquilamente a devorar a la Mantis Religiosa macho mientras me miraba con suma indolencia.
Le comenté que en mi especie muchas veces ocurre al revés y no siempre después del apareamiento si no en ocasiones sin más.

Cuando finalizó su banquete nos sentamos uno junto al otro en una gran piedra al pie de la mata de su circunstancial alcoba criminal sin decirnos nada porque los dos sabíamos que nos ocupaban las mismas cavilaciones.

Al rato concluimos ambos y siempre guardando un reverencial silencio que cuando un género domina al otro siempre al final aparece la barbarie.

Nos separamos antes de que uno de los dos intentase devorar al otro.

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