martes, 15 de octubre de 2013

Un Cuento Flan...tástico. (Capítulo 4 y último)

 
Había que reaccionar y lo hicimos.
Le hablamos a nuestro Flantástico sobre la necesidad de creer en uno mismo, de tener alta la autoestima, de los valores de la superación, de la constancia, del tesón y del esfuerzo, de la autoexigencia, de la motivación, del trabajo,… o sea, de todos esos valores generalistas que tanto Víctor como yo aprendimos en nuestra formación jesuítica y que posiblemente no sirven más que para autosugestionarse de que todo es posible si uno lo persigue con ahínco y convencimiento aunque no sea casi nunca verdad, pero también es  cierto que si a veces en la vida no te engañas un poquito a ti mismo nada es posible.
También hicimos mención a su valores individuales, como lo exquisito e imprescindible de su presencia al final de un banquete, a la textura de su esencia, al elegante aroma de su caramelo, a los maravillosos vestidos de nata que a veces adornan su figura, a las nobles fresas que coronan sus vestimentas de gala,…

Pareció reaccionar de forma positiva porque esbozó primero una tímida sonrisa y después mostró una expresión de satisfacción suficiente y con emoción demostró sentimientos de agradecimiento por el apoyo que le habíamos ofrecido en esos momentos de debilidad que le habían asolado.

Y como muestra de ello nos hizo una confesión no sin antes indicarnos que era un secreto que pocos humanos conocen, y que transcribo textualmente porque esto dijo el flan parlante:

“Tenéis que ir con mucha atención cuando vuestras vidas vuelvan a cruzarse con Flantásticos como yo, porque no todos somos seres bondadosos y sabrosos.
Como en todas las sociedades los hay corruptos y malvados y perversos, incluso malignos.
Entre los nuestros los hay y son denominados FLANTOMAS, y son criminales y archivíllanos, y además tremendamente mortales para cualquier estómago humano.
Los identificaréis con facilidad porque son orgullosos y aunque intentan pasar desapercibidos sólo a la mención de su nombre manifiestan su existencia para goce de su pérfido ego”.

Le agradecimos el secreto, y decidimos que la historia tocaba a su fin y que merecía un final glorioso porque pocos de entre los nuestros tienen la fortuna del diálogo con un Flantástico.

Y así fue porque así sucedió.

Víctor inclinó reverencialmente su cabeza hacia el flan, abrió la boca todo lo que sus mandíbulas le permitían, y de una sola aspiración lo engulló y se lo tragó, sin lastimarlo porque así él mismo se lo exigía.

“Uuuuuuhhhhmmmmm! Extraordinario, realmente… FLAN…TÁSTICO”, es lo único que acertó a decir.

 
Y este Cuento se acabó,
y aunque pienses que es verdad pues no es verdad,               
pero con la imaginación Víctor y yo con el flan hablar conseguimos,
porque con el corazón nuestros sueños perseguimos
y así logramos que nuestros Cuentos se hagan realidad.


                                                                                 
                                                                          FIN                       

8 comentarios:

  1. Klatsch, klatsch, klatsch!!!!! flantástico!!!!!

    Mi hijo tiene 8 años e imaginación suficiente para disfrutar este cuento. Así que lo leeremos juntos y te daré su "veredicto" (échate a temblar, ya sabes la sinceridad que se gastan estos enanos...)
    El pequeño detalle es que también se llama Víctor...
    A ver si le gusta tanto como a mí.
    Besos

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  2. Me encantará la opinión de tu hijo, porque tienes razón: su veredicto será sincero y directo. Por tanto, el mejor juez que puedo tener!!!
    Por otra parte, te animo a que leas, también con tu hijo Víctor, el cuento titulado "Historia de unos globos". También está en mi Blog y creo que publicado en varios capítulos. La opinión de tu chaval también será de mi máximo interés.
    Besos gordos para ti (y para tu hijo, a ver si lo condiciono y así opina favorablemente, jajaja...).

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  3. Pues Víctor ha dicho que hay que ver cuánta imaginación tiene el que ha escrito este cuento, y lo ha escuchado sonriendo de principio a fin.
    Sobre todo le ha sorprendido, porque no se parece en nada a lo que suele leer, y a mí me parece bien un poco de factor sorpresa en su cerebro.
    Creo que el final no se lo esperaba y le dejó inicialmente algo descolocado, pero bueno, como lo engulle "sin lastimarlo", acabó aceptándolo bien.
    Ah, y que sepas que ahora las cosas son flantásticas y sobre todo, sobre todo, vamos flandando por casa. Así que el cuento vivirá "eternamente" en un pequeño piso de Pamplona, lejos de donde se ha gestado.
    Gracias.
    Quedan pendientes los globos...
    Un beso.

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  4. Qué enorme alegría que a Víctor le haya gustado el Cuento Flan...tástico!!!
    Y si acepta con agrado el final, es que además de imaginación también dispone ya del sentido de la realidad, que falta le hará cuando los años se le acumulen un poquito.
    No sabía que sois navarros, de Pamplona (o habitáis en Pamplona, que es casi tanto como ser cuando los años se amontonan), lo cual también celebro ya que esa ciudad es mi segunda tierra: a mis 17 años, cuando mi padre, un gran hombre al que echo en falta cada día, sufrió potentes delirios religiosos me animó a iniciar mis estudios universitarios en Pamplona.
    Sólo permanecí dos años (primero y segundo de Ciencias de la Información, hoy de la Comunicación), porque el verano después de segundo curso, cuando regresé a Barcelona, conocí a Susan, la mujer que se transmutó en un ángel para convertirse en la mujer de mi vida hasta que en 2009 decidió recuperar su condición de natural ñetereo y regresar a su medio original, las nubes, el cielo, el firmamento para desde ahí cuidar de mis días y los de sus hijos.
    Por ello Pamplona es mi segunda tierra: descubrí muchas cosas entre sus valles y sus montañas, cosas que anidaron en mi corazón y permanecen al abrigo del calor de mi cuerpo acompañando mi caminar a veces con sentido y a veces perdido.

    Quiero conocer la fecha del cumpleaños de Víctor. Me la facilitarás, desconocida amiga lectora?

    Por otra parte pienso que a Víctor también le gustará mucho el cuento que escribí en marzo de 2012 (aquí, en el Blog, lo hallarás) y que se titula "La Mariposa que de un Elefante se enamoró". Lo he narrado en diversas librerías, colegios, bibliotecas de mi tierra, y obtiene un gran éxito entre lo chavales y también entre aquellos padres que todavía conservan la sensibilidad de la infancia y no se esconden por ello cuando manifestan de sus sentimientos
    Te animo a leerlo junto a tu hijo.
    Para el y para ti un besote gordoGORDOSUPERGORDO!!!

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  5. Pues añado la mariposa y el elefante a mi lista de pendientes.

    Y sentido de la realidad... pues en el último y dificilísimo año "familiar" no le ha quedado más remedio que desarrollarlo. A veces desearía que fuera menos maduro y menos sensible para que sufriera menos, pero sólo "a veces", la verdad es que lo prefiero así.

    Nosotros tampoco somos navarros, bueno él ya sí, claro... Yo soy zamorana en la diáspora (como tantos otros) desde hace ya ni me acuerdo.
    De vez en cuando visito Barcelona, tengo una buenísima amiga allí, de los tiempos aún más lejanos en los que viví en Berlin. La última vez que estuve por allí conocí las excelencias y pringosidades de una buena y típica calçotada. Fue genial, y la compañía aún mejor, con un montón de mujeres fuertes y estupendas, de las que pueden con todo. Me hacía muchísima falta.
    Querría volver antes de final de año, porque me dejé un abrigo allí. ¿Buena excusa, eh? Y por quitarme el mal sabor de boca del robo del bolso en la estación a la vuelta...A lo mejor podemos tomarnos un café.

    La fecha del cumple de Víctor es el 8 de abril. (Ahora sí que me has dejado intrigada, ¡qué bien!)
    Besotes enormes
    Maribel

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  6. FLAN...tástico!!!
    Si vienes a Barcelona, no perdonaré que no me dejes invitarte a comer en un buen Restaurante. Me encantará compartir mesa y mantel contigo. Y también escritos, pensamientos y sentimientos que vuelan por la cabeza y necesitan el descanso en otras.
    Mi hijo mayor,Jeroni (Jerónimo) nació el 13 de abril, y el pequeño, Aleix (Alejo) el... ¡8 de abril!
    Es la Ley de la Sincronicidad de Jung ( a mí se me aparece con una frecuencia pasmosa en mi vida). De todos modos quería saber la fecha de su onomástica por otro motivo, que guardaré en un cajón antes de desvelarte el por qué. Pero no sufras, llegará el momento en el que conocerás la causa de mi pregunta.

    Avísame sin falta si decides pasar unos días por Barcelona.
    Y dile a Víctor que me interesa mucho su opinión sobre mis Cuentos (sobre el resto de mis escritos, ya llegará también el momento de que me manifieste su parecer).

    Toda la felicidad que seas capaz de disfrutar para ti y tu hijo.
    La que a ti y a Víctor os sobre, que sea para los que la precisen
    Paco.




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  7. ¿es qué siempre estás "aquí"????? Vamos a tener que hacer un chat!
    No conocía la ley de la Sincronidad, pero me encanta. Seguro que proporciona un montón de alegrías o al menos saca alguna que otra sonrisa inesperada.

    De momento estoy "aprendiendo" a ser feliz, y no está siendo fácil, pero una cosa sí he sacado en claro de este último año: me he reconciliado con el mundo y soy mejor persona y más generosa. A mí me han ayudado mucho, más de lo que merecía, así que si alguien necesita algo ahí estoy yo para dar, aunque todavía no me "sobre".

    Ah!, y no sufro. ¡Me encantan las sorpresas!
    Nos veremos.

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  8. No siempre.
    Es que ahora mismo estoy escribiendo.

    Celebro que aprendas a ser feliz.
    Así lo expresó Soseki, pensador japonés del siglo XI: "He arrojado esa cosa minúscula que llaman "yo" y me he convertido en el mundo entero".

    Nos veremos !!!
    Paco

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