lunes, 14 de diciembre de 2015

Confesiones de un no nato.

 
Hola, mundo!

Estoy en el vientre de mi madre.
Existo, pero no he nacido todavía.
Me acerco a los seis meses de gestación en el vientre boliviano de mi madre, porque mi madre nació en Bolivia, aunque hace unos años se vino a esta tierra que llaman España, como otros muchos bolivianos y otros muchos de países cercanos.
Son exiliados que buscaban huir de la pobreza de sus países de origen y lo que se encontraron es otro país sumido también en la pobreza, pero no tanto económica si no espiritual, porque están en crisis económica, sí, claro que sí, pero sobre todo están en crisis de principios y valores y han olvidado la moral y la ética. Parece que los humanos que a veces no lo son tanto a gente como mi madre les llaman los desheredados de la tierra.

Yo seré el tercer hijo de mi madre y parece que el primero de mi padre.
Digo que parece porque me temo que ni el mismo sabe si tiene otros hijos.
Mi padre es rumano, pero se vino a España como si fuese un boliviano.
Parece que es de la etnia gitana, pero él dice que no, que sólo es rumano, pero dice mi madre que tiene rasgos y ciertas costumbres gitanas. La verdad es que por otra parte es blanco de piel, por lo que igual tiene razón y sólo es rumano.

Mis dos hermanos mayores son de padres bolivianos diferentes. El padre del mayor, que es varón, sigue residiendo, bueno, malviviendo, en Bolivia, porque comenta que es tan indio que aquí desentonaría y nunca se quiso venir, y claro, mi madre se tuvo que buscar la vida y encontró otra boliviano que le contagió a mi hermana, que ya nació aquí aunque parezca que lo hizo allá, porque es más india que el padre de mi primer hermano.
El padre de mi hermana no quiere saber nada ni de mi madre ni de mi hermana, porque dice que no quería preñar  a mi  madre, que fue un error de cálculo (yo no sé qué tienen que ver en esto las matemáticas, pero he oído que mi madre así lo explica cuando le preguntan). Y el padre de allá, el que se quedo por demasiado indio en Bolivia, menos quiere saber de mi madre y de mi hermano.

Mi madre además dice que ama a un catalán que conoció cuando se embarazaba de mí, pero el catalán dice que él no la ama porque ama a una zamorana que reside en Pamplona y que se pasa más de medio día hablando en alemán y el otro medio peleándose con su madre que también se quedó en su tierra, o sea en Zamora, porque ella es de allí y de ahí no se mueve. Y dice, la zamorana, que ella no ama al catalán, y yo no se si ama a alguien, aunque puede que a un arquitecto que no vive en Pamplona si no en Madrid. Lo que si sabe es que no quiere para nada de nada al padre de su hijo que también es zamorano y vive en Pamplona y ella lo llama “el imbécil” que yo no se si lo es aunque si parece que soso y aburrido es, y dice ella, la de Zamora, que sólo ama al dinero aunque ahora le diga a una brasileña que se vino a España para caer en Terrassa que la quiere, y luego, después de Terrassa quiero decir, se fue a Pamplona con el de Zamora que es, como ya he dicho, el padre del hijo de la zamorana que habla medio día en alemán y se pelea con su madre y con su hermana y se habla poco con el catalán que la adora.
Yo no se ni cómo llamarme a mí mismo, porque todavía mis padres no saben qué nombre me van a poner, aunque pienso que él querrá algo así como Gica y ella algo así como Diosdado. Igual al final me llaman Gica Diosdado, pues parece que los de Bolivia y otros países cercanos se llaman muchas veces con dos nombres para no ser pobres en todo o por lo menos no en nombres. De momento, cuando me quiero dirigir a mi mismo como por ejemplo para darme una instrucción como Dale una patada o Clávale el codo en el vientre a mamá me llamó Feto, y si me cabreo porque no me hago caso entonces me llamo Feto Malayo, que es como Gica Diosdado, o sea, con dos nombres para ser rico en algo.

Ah, se me olvidada comunicar que mi madre no se casó nunca y sueña con una boda en plan bodorrio y con lágrimas de alegría y todo, pero para tener hijos parece ser que no es necesario casarse, y así lo ha demostrado en tres ocasiones mi madre, el catalán es viudo y antes estaba casado y la zamorana de habla alemana estaba primero casada, luego separada y ahora divorciada, así que todos los estados que llaman civiles, que no civilizados, están contemplados en sólo tres seres humanos, y con el mío se contempla el cuarto estado, el fetal o no nato pero sí concebido.

Bueno, mundo, como podéis ver estoy hecho un lío y eso que no he nacido todavía. Me pregunto si cuando nazca, que parece que así será aunque nadie me ha pedido mi opinión, desharé el lío o será todavía peor y el lío se convertirá en un nudo.
Ya veremos.

De momento, Hasta luego, o Hasta pronto, mundo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario