Acomodado en la barra de un Hotel y acompañado de una jarra
de cerveza espumosa y del griterío de hombres, mujeres y niños al ser hoy día
festivo, ojeo las primeras páginas de la revista literaria GRANTA, el número I
de su nueva época.
Me sobreviene de repente, abriendo un paréntesis en las
líneas que empiezan a recorrer mis ojos, a la mente, que esta revista con
formato de libro de tapas blandas la adquirí en mi última visita a Pamplona, a
mediados de marzo de este año, y que en realidad no lo compré si no que lo
encargué, y luego me llegó por correo aquí, a mi casa del sur de Francia, ya
pagada por otra persona, por lo que debo corregirme porque nunca la compré, más
bien me la regalaron.
Me entristezco un poco al recordar aquellos días que muy
posiblemente no se repetirán, porque tal vez segundas partes nunca fueron
buenas.
Pero a lo que iba.
En las primeras líneas me encuentro con la siguiente frase
que pronunció el liberto Publio Siro hace dos mil años y pico: “La lengua es un
espejo del alma: así como el hombre se expresa, así es”.
No sigo leyendo, porque la frase me ha cautivado y hace que
mi cerebro divague por no se qué vericuetos, porque no los recuerdo. Cierro la
revista-libro porque en segundos me ha impactado dos veces y es demasiado.
Bebo cerveza. Fría. Espesa. Burbujeante.
Ahora cojo el periódico que está sobre la barra y busco las
noticias nacionales.
Lo primero que leo tras el titular es que se comenta en los
mentideros políticos…
Me detengo de nuevo. Tercer impacto. “Mentideros políticos”.
¿Significa este término que allá donde van los políticos o
donde se habla de ellos o de lo que dicen se trata de comentar o crear o
difundir mentiras?
Pienso que es posible que así sea, porque por lo menos en
este país, seguramente en todos, todos sabemos que los políticos viven de
lanzar, decir, crear, divulgar mentiras. Sabemos, todos, que sus promesas son
mentiras. Sabemos, todos y a ciencia cierta, que todo lo que dicen y hacen es
mentira (y de la cochina, me viene a la cabeza).
Busco en mi cabeza el significado que le dará al término
“mentidero” el Diccionario, si es que existe el término a nivel oficial, pero
no lo encuentro, así que me bebo el tubo de un trago y me voy a casa a buscar
el diccionario porque mi móvil se ha quedado sin batería y no puedo utilizar
Internet.
Y esto dice el Diccionario: Mentidero: Sitio o lugar donde
se junta gente ociosa para conversar o murmurar.
Ahora que ya estamos en campaña electoral y que en unos días
tendremos las elecciones, Ustedes mismos !!!
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