martes, 5 de septiembre de 2017

Greguerías de un inconformista (III).

 
¿Por qué un rotativo madrileño se llama “La Razón” cuando no es más que un diario “Sin razón”?

Imagino que no es otra cosa que un deseo de ser lo que precisamente no se es, o dicho de otro modo, dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario