Buenas tardes!
Ya estamos aquí de nuevo, la Lechuza y este Cronista que no
puede ceder ante las llamadas de la Divina Cabeza que gira 360º.
Pero no sufraís, apreciados lectores: aquí no ha pasado nada
de nada.
Seguimos sin gobierno, los chorizos siguen campando a sus
anchas por todas las tierras de las Españas, el Presidente en funciones sigue
sin articular una frase coherente y bien pronunciada, ni siquiera en la China,
donde parece que todo queda como maquillado, Fernández-Díaz, “el conspirador”,
sigue haciendo risitas allá por dónde va, Pujol, Millet y compañía siguen
esperando su juicio, Rato, Bárcenas, Rita Barberá y otros de cuyos nombres no
quiero acordarme siguen paseándose por Baqueira o por donde les place, Urdangarín
sigue cavilando si ahora monta una empresa que se llamaría “Siís”, y su
mujercita sigue de Infanta de España para más gloria nacional.
O sea, todo está en su sitio, queridos míos.
Para empezar el nuevo curso, aunque ahora este Cronista
lechugino se va a visitar a su hijo y parientes (entre ellos, su preciosa nieta Susana), confía en no dejar de atenderles, y por
encargo de la Lechuza realizo una pequeña recogida de notas de prensa a raíz
del caso Soria, que no nos debe alarmar ni mucho menos, ya que es práctica
cotidiana del país y, sobre todo, del Partido Popular, a quien España seguirá
votando con absoluta fe en que en la desgracia y en la estafa nos sentimos más
cómodos y confortables (no lo dijo Quevedo, pero podría haberlo hecho).
El ex ministro de Industria, Juan Manuel Soria, dimisionario
por los ya famosos “Papeles de Panamá” (para que luego se diga que aquí no
dimite ni dios), parece que va para Presidente Ejecutivo del Banco Mundial (la
Lechuza tiene entendido que ya ha sido propuesto, nominado y aprobado), tiene
un currículo que asusta:
En los años 90 se le vinculó con diversas tramas de
corrupción en las Islas Canarias, de donde procede.
Una vez instalado en el Ministerio de Industria, prolonga la
vida de la central nuclear de Garoña superando el ciclo vital de vida útil de
la misma.
Posteriormente defiende el nombramiento del Director General
de RTVE, rechazado por todas las fuerzas políticas de forma unánime (menos el
P,P., obviamente) que, curiosamente, es competencia de su Ministerio.
Propone el denominado “Impuesto al Sol”, rechazado por todas
las fuerzas sociales por impropio, porque grava a los autoconsumidores y
productores de energía solar.
Potencia la indemnización por Real Decreto Ley de la
Plataforma CASTOR y el Gobierno, o sea, el pueblo español, asume una
indemnización que supera los mil trescientos millones de euros, batiendo, a su
vez, el récord de prontitud de pago de la Administración Central (tardaron en
liquidar las indemnización sólo… ¡¡¡32 días!!!), mientras el ínclito Ministro
muestra una complacencia absoluta con todas las empresas relacionadas con el
mundo de la energía, sin atender ninguna de las reclamaciones de los colectivos
sociales que vigilan y observan estos temas.
Y, no harto de sus fechorías y malas prácticas, accede ahora
mismo al Banco Mundial sin concurso público, contrariamente a lo que se nos
dice y en especial a lo que manifiesta sin pudor alguno el Presidente en
funciones de España.
Y además, y que quede claro y sonoro, no representa a
España, sino a los fines del ente que lo contrata y retribuye, que no son más
que los “lobbies” de poder que manejan nuestras vidas y entre las que se
encuentra la del Presidente de este país, país que se la trae al pairo como
queda demostrado cada día y en todas y cada una de sus actuaciones.
Y se puede afirmar con esta rotundidad porque, ¿ha salido la
plaza del Sr. Soria en el Banco Mundial publicada en algún Boletín Oficial de
España, o en el mismo B.O.E, que es el órgano de expresión oficial del Estado?
Como resumen: se ha premiado al corrupto ex ministro
haciéndolo pasar como un derecho que él tiene (es funcionario público y a la
cosa pública regresa), cuando en realidad no es más que un “pillado” en fraude
fiscal de unas empresas de las que era Administrador y Propietario, aunque él
diga que le eran ajenas.
La mentira (y demostrada) entonces le valió la salida del
Gobierno, y ahora le otorgan y conceden un premio más que gordo por ello. Como
poco, curioso, ¿o no?
Tal vez sus méritos son, además de ser amigo personal de
Rajoy, su dominio de los idiomas: habla español o castellano, canario y
panameño.
Finalizo con lo dicho al inicio: todo sigue igual, y así
será mientras España y los españoles sigan votando P.P. y cosas similares.
Por tanto no preocuparse: que los chavales sigan aprendiendo
en la Escuela, donde yo aconsejaría crear una asignatura, a mayor gloria de Rajoy y Wert, que
denominaría “Aprender a robar a manos llenas y salir indemne y con mejor cargo
y retribución” (la fórmula es sencilla: AR=MCyR), y todos los profesores
deberán demostrar sus capacidades con algún que otro chanchullo, fraude o
corrupción perfectamente demostrable y aceptada por la ciudadanía en general y
el Gobierno en particular.
Hasta la próxima.
La Lechuza se ha quedad satisfecha con la claridad de mi
exposición.
Así me lo ha dicho y así se lo transmito.
Nota aclaratoria: gran
parte de los comentarios aquí vertidos han sido recogidos de un artículo de J.
Queralt en “El Periódico de Catalunya” de hoy, martes, 06.09.2016, en su pág. 7,
y una de las bromas, como la de los idiomas de Soria, se recoge en la viñeta de
Ferreres del mismo diario mencionado, en su pág. 6.
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