martes, 6 de septiembre de 2016

Crónica de El Grito de la Lechuza.

 
Buenas tardes!
Ya estamos aquí de nuevo, la Lechuza y este Cronista que no puede ceder ante las llamadas de la Divina Cabeza que gira 360º.

Pero no sufraís, apreciados lectores: aquí no ha pasado nada de nada.
Seguimos sin gobierno, los chorizos siguen campando a sus anchas por todas las tierras de las Españas, el Presidente en funciones sigue sin articular una frase coherente y bien pronunciada, ni siquiera en la China, donde parece que todo queda como maquillado, Fernández-Díaz, “el conspirador”, sigue haciendo risitas allá por dónde va, Pujol, Millet y compañía siguen esperando su juicio, Rato, Bárcenas, Rita Barberá y otros de cuyos nombres no quiero acordarme siguen paseándose por Baqueira o por donde les place, Urdangarín sigue cavilando si ahora monta una empresa que se llamaría “Siís”, y su mujercita sigue de Infanta de España para más gloria nacional.
O sea, todo está en su sitio, queridos míos.

Para empezar el nuevo curso, aunque ahora este Cronista lechugino se va a visitar a su hijo y parientes  (entre ellos, su preciosa nieta Susana),  confía en no dejar de atenderles, y por encargo de la Lechuza realizo una pequeña recogida de notas de prensa a raíz del caso Soria, que no nos debe alarmar ni mucho menos, ya que es práctica cotidiana del país y, sobre todo, del Partido Popular, a quien España seguirá votando con absoluta fe en que en la desgracia y en la estafa nos sentimos más cómodos y confortables (no lo dijo Quevedo, pero podría haberlo hecho).

El ex ministro de Industria, Juan Manuel Soria, dimisionario por los ya famosos “Papeles de Panamá” (para que luego se diga que aquí no dimite ni dios), parece que va para Presidente Ejecutivo del Banco Mundial (la Lechuza tiene entendido que ya ha sido propuesto, nominado y aprobado), tiene un currículo que asusta:
En los años 90 se le vinculó con diversas tramas de corrupción en las Islas Canarias, de donde procede.
Una vez instalado en el Ministerio de Industria, prolonga la vida de la central nuclear de Garoña superando el ciclo vital de vida útil de la misma.
Posteriormente defiende el nombramiento del Director General de RTVE, rechazado por todas las fuerzas políticas de forma unánime (menos el P,P., obviamente) que, curiosamente, es competencia de su Ministerio.
Propone el denominado “Impuesto al Sol”, rechazado por todas las fuerzas sociales por impropio, porque grava a los autoconsumidores y productores de energía solar.
Potencia la indemnización por Real Decreto Ley de la Plataforma CASTOR y el Gobierno, o sea, el pueblo español, asume una indemnización que supera los mil trescientos millones de euros, batiendo, a su vez, el récord de prontitud de pago de la Administración Central (tardaron en liquidar las indemnización sólo… ¡¡¡32 días!!!), mientras el ínclito Ministro muestra una complacencia absoluta con todas las empresas relacionadas con el mundo de la energía, sin atender ninguna de las reclamaciones de los colectivos sociales que vigilan y observan estos temas.

Y, no harto de sus fechorías y malas prácticas, accede ahora mismo al Banco Mundial sin concurso público, contrariamente a lo que se nos dice y en especial a lo que manifiesta sin pudor alguno el Presidente en funciones de España.
Y además, y que quede claro y sonoro, no representa a España, sino a los fines del ente que lo contrata y retribuye, que no son más que los “lobbies” de poder que manejan nuestras vidas y entre las que se encuentra la del Presidente de este país, país que se la trae al pairo como queda demostrado cada día y en todas y cada una de sus actuaciones.
Y se puede afirmar con esta rotundidad porque, ¿ha salido la plaza del Sr. Soria en el Banco Mundial publicada en algún Boletín Oficial de España, o en el mismo B.O.E, que es el órgano de expresión oficial del Estado?

Como resumen: se ha premiado al corrupto ex ministro haciéndolo pasar como un derecho que él tiene (es funcionario público y a la cosa pública regresa), cuando en realidad no es más que un “pillado” en fraude fiscal de unas empresas de las que era Administrador y Propietario, aunque él diga que le eran ajenas.
La mentira (y demostrada) entonces le valió la salida del Gobierno, y ahora le otorgan y conceden un premio más que gordo por ello. Como poco, curioso, ¿o no?
Tal vez sus méritos son, además de ser amigo personal de Rajoy, su dominio de los idiomas: habla español o castellano, canario y panameño.

Finalizo con lo dicho al inicio: todo sigue igual, y así será mientras España y los españoles sigan votando P.P. y cosas similares.
Por tanto no preocuparse: que los chavales sigan aprendiendo en la Escuela, donde yo aconsejaría crear una asignatura, a  mayor gloria de Rajoy y Wert, que denominaría “Aprender a robar a manos llenas y salir indemne y con mejor cargo y retribución” (la fórmula es sencilla: AR=MCyR), y todos los profesores deberán demostrar sus capacidades con algún que otro chanchullo, fraude o corrupción perfectamente demostrable y aceptada por la ciudadanía en general y el Gobierno en particular.

Hasta la próxima.
La Lechuza se ha quedad satisfecha con la claridad de mi exposición.
Así me lo ha dicho y así se lo transmito.

Nota aclaratoria: gran parte de los comentarios aquí vertidos han sido recogidos de un artículo de J. Queralt en “El Periódico de Catalunya” de hoy, martes, 06.09.2016, en su pág. 7, y una de las bromas, como la de los idiomas de Soria, se recoge en la viñeta de Ferreres del mismo diario mencionado, en su pág. 6.

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