Píldora de la luna de los
lunes.
Cavilaciones, reflexiones
e introspecciones.
Pasé unos días con mi familia taranconera, y en especial con
mi nieta Susana, de cinco años de vida. Esa circunstancia, la de que ella está
en los inicios de su educación, ha condicionado mi pensamiento y mis
reflexiones en los últimos días. Ayer dediqué a ello un “Pensamiento
Fittipaldi”, y hoy quiero dedicarle esta “Píldora…”, y para eso recurro a mis
archivos físicos y mentales.
“Únicamente por la
educación llega el ser humano a ser humano”.
Immanuel Kant (1724-1804)
Filósofo prusiano de la
Ilustración.
Y esta afortunada frase del filósofo me lleva a unas
reflexiones de otro filósofo, Emilio Lledó,
sevillano de 1927 formado en Alemania.
“Lo grave no es la ignorancia en el ámbito personal,
porque la ignorancia propia no tiene trascendencia alguna. Lo grave es un
ignorante con la mente deformada y con poder político. Es terrible que una
persona así pueda decidir sobre lo que nos afecta a todos. Todos podemos
equivocarnos, pero oyendo las cosas que dicen los políticos y observando sus
grandes limitaciones, por ejemplo cuando hablan de responsabilidades, piensas,
¿qué entiendes tú por responsabilidad? Esperas un poco de altura de miras, y no
frases hechas que no significan nunca nada.
Esta país necesita políticos decentes, porque a decencia
es un concepto fundamental, dado que es la entrega a unos ciertos ideales que
se juntan con los ideales tuyos y de los demás en función de una determinada
colectividad que tiene que fluir su vida con libertad y posibilidad.
Una de las cosas más hermosas del mundo es la existencia
de la posibilidad, la idea de que el mundo se te presenta como algo abierto en
el que tú puedes incidir en él, y no para tu propio rastrero y miserable
provecho. Eso es una deformación de la mente.
La corrupción de las personas es preocupante, porque es
un problema de decencia, pero lo que más debe preocuparnos es la corrupción de
la mente, porque se familiariza con los intereses rastreros, con los intereses
que nacen del querer y poseer más.
Conocí a un hombre que me decía que tenía tanto dinero
que le sobraba, pero que no era capaz un solo minuto de tiempo.
En el origen de la política se plateaba si era posible la
existencia de políticos felices, porque su razón de ser era darlo todo a los
demás, pensar continuamente en los otros y no en sus intereses o en las de sus
amigos o AMIGANTES, que es como yo los llamo, porque rima con MANGANTES”.
Tengo muy poco que añadir, pero una tentación sí me aparece
en mi pluma y no puedo evitar escribirla:
¿Explican estas sabias palabras de los dos filósofos
mencionados el porque de un sujeto como Wert en el Ministerio de Educación de
un Partido Político como el P.P. bajo la dirección de un cínico como Mariano
Rajoy?
¿Se encuentra aquí, en estas sentencias y explicaciones
filosóficas de Kant y Lledó, la razón de que desde la llegada de la Democracia
a este país, tras el negro período de la Dictadura franquista, hayan sido
promulgados siete Planes diferentes de Educación?
¿No será tal vez que esos políticos sin altura de miras
pretenden la no formación de los ciudadanos para que así carezcan de criterio y
de capacidad de discernimiento?
Las respuestas están es sus posibilidades de responder.
Yo lo tengo muy claro.
Buena y feliz semana para todas y para todos.
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