viernes, 16 de septiembre de 2016

Lenguaje en reflexión.

 
Hace un par de días una amiga me envió una reflexión en donde me pedía que no la llamase hasta dejar pasar un par de días, porque deseaba repensar tranquilamente sus palabras –pensamientos- escritas y a mí dirigidas.
¡Qué enorme lección!
Dejar reposar lo escrito para revisarlo y comprobar la corrección de lo manifestado por escrito.
Porque la comunicación hoy en día peca de instantaneidad e inmoviliza vía el móvil, cuando en realidad el lenguaje requiere tiempo de reflexión y, por supuesto, continuidad.

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