lunes, 29 de abril de 2013

Sin permiso.


Está a punto de empezar un mayo florido (Alfonso Grosso escribió “Florido mayo”, libro glorioso) y al cabo de un tiempo decidió irse, sin pedir permiso a nadie.
He encontrado su libro querido en mi biblioteca, y lo primero que he pensado es que qué lástima por Grosso, o por mayo, o por todo lo florido.

A mí también se me marchó sin pedirme ningún tipo de permiso mi florida compañera.

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