martes, 30 de abril de 2013

La Pajarita de Papel (Capítulo 4)

Y el padre de la niña después del besito de los buenos días le pidió en préstamo la pajarita de papel a la hija, para ver si en su despacho también veía los colores y la alegría que ella esa mañana le transmitía.

Y la niña le dijo a su papá que sí que claro que le prestaba la pajarita pero que debía cuidarla y mimarla porque sus sueños de la noche habían sido de colores y de fantasías.

El padre en el despacho tenía programada una reunión con sus colaboradores más directos.

Era a primera hora de la mañana y asistían el Jefe de Administración que soñaba con una tarjeta que rezase algo parecido a Director General Financiero y debajo mismo las siglas C.F.O. pues le darían la modernidad y actualidad que su cargo requería, el Director Comercial y Ventas que ahora pretendía llamarse Director de Marketing y Mercadotecnia desconociendo que los dos términos significan lo mismo, la Directora de Recursos Humanos que estaba muy pesadita la pobre porque decía que las empresas con futuro ya no tenían Directores de RR.HH. sino Directores de Personas y Oportunidades o alguna memez así, y el Director de Logística que era el más sencillo y gustaría de llamarse Director de Lo que Haga Falta porque Voy Yo y Lo Hago pues en el fondo es lo que hacía (un billete para Londres, una mesa más grande en la Convención, un florero en recepción que las flores dan vida y sobre todo buena imagen de la Compañía, el lavabo pierde agua y deberíamos solucionar ese incidente,…).

Mientras cada uno defendía su postura para provocar el cambio de nombre de su responsabilidad, pero sobre todo el título de su nueva tarjeta de visita, el Director General (que todavía no había pensado en autodenominarse SuperDirector Más Que General) jugaba con la Pajarita de Papel entre sus dedos y en un impulso que en la cola le dio consiguió que el pajarito volase algo así como unos centímetros mientras el decía Ya está, Ya lo tengo.

¿Y qué tenía? Pues la solución definitiva a las propuestas de sus subalternos respecto de los nombres de sus funciones: decidió que dado que los títulos les almibaraban la Directora de RR.HH. dejaba de serlo y pasaba a ser Jefe de la Magia y la ilusión, el Director Comercial y de Ventas fue nombrado nuevo Director del Optimismo Generalizado, el de Logística Director de Aportación de Ideas para el Bien Común, y el Director General se autodenominó Coordinador de Esfuerzos Comunes, pero no C.E.C. que lo único que consiguen las siglas es despistar y mal informar.

Todos sus Directores lo miraron consternados y aturdidos, y más si cabe cuando comentó que la decisión no había sido suya si no de la Pajarita de Papel que la noche anterior hizo a su hija soñar con montañas turquesa, nubes del color de la cereza, camisetas de cristal y pantalones de perlas negras e incluso zapatitos de coral, y que le había aconsejado instantes antes de la reunión que pensara en si alguien entendía los títulos de tarjetas que rezan Marketing Manager (y Marketing Mix, que parece una batidora), Business Development, Chief Finalcial Officer (C.F.O.), Responsabilidad Social Corporativa (RSC), y otros títulos incomestibles y difícilmente masticables, por no decir impronunciables.

En consecuencia el Director General desatendía las solicitudes de nuevas titulaciones de sus directivos ya que el consejo y decisión de la Pajarita de Papel que era la inspiradora de la los nombres de los nuevos cargos era irreversible, así que… lo que ahora tocaba era trabajar y disfrutar con el objetivo de atender con firmeza al título de sus nuevas tarjetas.

Y, si no te lo crees es tu problema, el negocio explotó en su crecimiento porque cada uno de los nuevos Directores creyó en sus funciones y la Jefe de Magia e Ilusión contagió a toda la plantilla de precisamente eso, las ventas se incrementaron porque los vendedores tenían optimismo y creían firmemente en su producto, el Director de Aportación de Ideas para el Bien Común tenía más que claro que su objetivo era abastecer de agua de un pozo a los niños de la isla de Ibo en Mozambique (porque así él lo decidió y con aplicación de mucho sentido común porque la isla es de los desfavorecidos de este mundo) y el Coordinador de Esfuerzos Comunes dejaba trabajar a sus asistentes mientras él jugaba con la cola de la Pajarita de Papel.

(continuará)

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