lunes, 19 de mayo de 2014

La golondrina de mi Mac ( y II ).

 
Sigo delante de la pantalla de mi Mac observando obsesivamente cómo se gesta la vida de cuatro golondrinas.
Cuando la que incuba marcha me preocupo y cuento los segundos, los minutos que está ausente de aportar su calor a la puesta.
Mi pensamiento es dócil y lánguido, pero aquí sigo frente a la pantalla de mi Mac.

Despisto, a veces, la mirada hacia tu fotografía serena y reposada en las montañas que adivino contemplas.
Tu quietud me recuerda a la inmensidad del hechizo, porque atraído por el mismo me  hallo por el amor incondicional, animal, irracional, verdadero que vertí en ti.
Es el hechizo que me cautivó y que vela mis sueños de adulto adolescente henchido de amor.

Te quise lo suficiente, ni niña?
Te amé como tu deseabas ser amada?
Dediqué mi tiempo y mis energías a buscar tu felicidad?
Hice algo importante en mi vida para ayudar a construir la tuya?

No sabes hasta qué punto me pregunto y me vuelvo a preguntar cada día y cada noche si supe hacerte feliz, mi niña de manchitas encarnadas y de faroles verdes de rímel negro en tus pestañas del color de la paja.

Ahora estoy aprendiendo a querer de nuevo.
No es fácil, mi amor.
Necesito tiempo para recuperar amores.
Necesito tiempo para entregar lo que quiero compartir.
Una hembra me entrega su alma de arrebato y otra rechaza el noble roce de la caricia. Otras me buscan y yo las detesto. No aman, sólo desean. No se qué, pero demandan lo que yo no puedo ofrecer.
Yo necesito amar y ser amado para no sentirme mutilado, pelirroja mía.

Yo te amé como nadie ama.
Yo te adoré como nadie adora.
Yo te besé como nadie besa.
Sabré hacerlo de nuevo con aquella que me ama?
Sigo observando a la golondrina incubar sus huevos porque ella me enseña lo que olvidé porque lo secuestró tu muerte.
Pero la muerte tiene sentido para dar nueva vida.

Sabré amar de nuevo, niña de la rayita verde?

Sabré?
Enséñame otra vez, otra vez, mi amor !

No hay comentarios:

Publicar un comentario