viernes, 31 de julio de 2015

Relámpago mental desmantelado XXXII y/o la sensibilidad y la naturaleza.

 
Hoy el relámpago mental desmantelado me ha surgido incluso antes de tomar asiento en alguno de mis miradores preferidos y pedir a la linda camarera que me sirva una cerveza fresquita.

Leo por segundo o tercer día consecutivo como los  medios escritos se dedican a lanzar improperios y todo tipo de reflexiones morales y otras consideraciones a ese cazador americano que parece ser mató con una flecha y remató con disparos al león símbolo de Zimbabue, conocido por el nombre de Cecil, y que para mayor dolor dicen tardó dos días en morir.
Realmente es un hecho injustificable, despreciable, y podría añadir otros muchos adjetivos que definirían este acto horrendo, carente de cualquier sensibilidad, carente de alma y de amor por la naturaleza que hasta nos regala nuestras propias vidas, pero para eso ya están los mass-media.

Y es entonces, cuando como una chispa aparece el relámpago desmadejado, el pensamiento que convulsiona mi cerebro: no hace muchas fechas, el anterior Rey de España y Jefe del Estado de esta nación avanzada y democrática, apareció también por África, acompañado de una de sus amantes, que no la Reina de los españoles, con un rifle y un elefante muerto a sus pies, y cerraba la foto un sujeto desconocido que según rezaban los pies de foto era el profesional de la caza mayor que debió enseñar al Monarca como matar más y mejor.

El elefante no se llamaba Cecil, creo incluso que por no tener ni nombre tenía, y el cazador no era el americano desalmado si no el Rey de una sociedad avanzada como la nuestra.

Ahí dejo mi comentario.
Que cada uno lo interprete como mejor le parezca.

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