miércoles, 20 de mayo de 2015

Lo digo con toda honestidad.

 
Mientras intentaba comerme unos raviolis hace un par de días que me salieron de mal en peor escucho en la tele a José Ignacio Wert hablar sobre la cuestión lingüística en Catalunya, cuestión que no es cuestión alguna, porque todo se lo ha inventado este sujeto y el Partido político que lo cobija (ya dijo el independentista Junqueras que cualquier alumno catalán de octavo de ESO o de AQUELLO, porque con tanta regulación de la Enseñanza ya ni dios sabe lo que se les imparte a los jóvenes de este país, habla el triple de idiomas que cualquier Presidente del Gobierno de España), que bla bla bla y “…lo digo con toda honestidad…” y más bla bla y bla.

Se me ocurrió pensar entre ravioli duro y otro peor dos cosas, a saber:

  1. Si en esta ocasión declara que lo dice “con toda honestidad”, será que en otras ocasiones no dice cosas honestas, o que la honestidad no es una de las cosas que practica el Ministro con asiduidad.Sólo la utiliza a veces.
  1. Que su dominio del idioma castellano es tan escaso y vulgar y su dicción tan simple que cómo es posible que este hombre sea Ministro de Educación y Cultura (y creo que del Deporte también).

Pienso que los dos pensamientos son ciertos: ni es un tipo honesto ni está dotado de la mínima cultura para utilizar correctamente el castellano.

Tal vez por eso sea Ministro de Cultura del Partido Popular.

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