viernes, 1 de mayo de 2015

Amor de pájaro de alas de vinagre.

 
Me enamoré de un pájaro
de vuelo salado.
Me enamoré de un pájaro
de dulce pico
que fecundaba las flores
con sus trinos
de amores.

Adoré sus besos de plumas
mientras descansaba bajo sus alas,
y me cobijaba en los calores
de sus pechos de ardores.

Un amanecer mi ave
dejó de cantar
porque a volar
emigró su amar.

Su pico era de hueso,
de piel como la piedra,
frío como el hielo
y salado como la hiel.

Le pregunté qué le había sucedido,
y me respondió con un ronquido
de guardián de su morada
que los sentimientos evolucionan
y hoy son lo que son
y mañana ya no son lo que eran.

Me recogí entre las alas
y las plumas de fuego
que en sus días me regaló
y levanté un vuelo autista
sin trino y sin destino.

Me enamoré de un pájaro de alas de vinagre,
y en mi alma se instalaron unas plumas de sangre.

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