lunes, 17 de agosto de 2015

Crónica equina de El Grito de la Lechuza.

 
La Lechuza interrumpe sus vacaciones, llama a este Cronista y relata la siguiente historia, historia verdadera, que ella misma denomina como “El potro del Ministro”.

Me dice la Lechuza que cada día alucina más en colores, en pepinillos y en asombro babeante por boca abierta.
Me explica, antes de nada, que ella no tiene ni idea de equinos, potros, yeguas, ni de hipódromos ni de carreras de caballos. Como mucho ve algún año El Gran National por el mismo motivo que también ve a veces la regata Oxford-Cambridge sin tener la más mínima idea de regatas y regatistas, pero la tradición es un reclamo y merece un respeto.
Abunda en sus explicaciones comentándome que todo lo que sabe de los hipódromos es lo que lee en las novelas de Charles Bukovsky, o sea, que sigue sin saber nada.

Bien, pues la historia es que lee en la prensa, concretamente en un rotativo catalán, que las carreras de caballos y los hipódromos de este país estaban desde hace bastantes meses, cerca de un año, sin actividad alguna, paralizando también en lógica consecuencia la quiniela hípica.
Al parecer existía un fuerte conflicto entre todas las partes implicadas, léase organismos, federaciones, hipódromos, propietarios de caballos, jinetes y entrenadores, Consejo Superior del Deporte, y Loterías y Apuestas del Estado.

Pues resulta que el nuevo y flamante Ministro de Educación, Cultura y Deportes, Iñigo Méndez de Vigo, lo ha solucionado todo en un plis plas. Reunió a todos los implicados en el conflicto, los citados anteriormente, y a través del diálogo y el consenso ha solucionado el conflicto equino.
Ya se celebran de nuevo las carreras de caballos y ya se apuesta vía la quiniela hípica.
Hasta aquí todo correcto.

Pero es que resulta que estas carreras parece que las gana un potro de pura raza y que atiende por el nombre de ALARAZ y que es propiedad… ¡¡¡del Ministro Méndez de Vigo!!!

La noticia, de todos modos, tiene su vertiente positiva: “La intervención del político en el conflicto salva a 3.000 familias de la crisis y devuelve la alegría a los hipódromos” (cito textualmente lo escrito en el rotativo).

La Lechuza se pregunta si no sería conveniente que este Ministro tan resolutivo y eficaz se dedicara antes que a los caballos a solucionar conflictos en Educación (como la LOMCE wertiana, por ejemplo) o en Cultura (como el desastroso IVA también wertiano).
Y si lo consigue, que además de dirigir el Ministerio que ya lidera, que lo nombren Ministro de Trabajo, y por qué no, incluso Presidente del Gobierno.
Igual acaba con todas las crisis, no de sólo 3.000 familias, sino de todas las familias de España.

Finaliza la Lechuza su historia verdadera con un recuerdo breve a Forges: “País !”, dice con los ojos casi en blanco.

Y se vuelve de vacaciones hasta fin de agosto!!!

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