sábado, 8 de agosto de 2015

El Domador de Pulgas.

 
Cuando yo sea mayor, y me olvide de esta infancia que me persigue desde que mi madre me dejaba solo en las escaleras del Colegio de El Loreto con la Madre Ana y Sor Casilda, cuando deje atrás esta adolescencia que hace que me enamore de mujeres de piel de melocotón, de porcelana y de cristal que luego me abandonan, cuando consiga deshacerme de esta ilusión que me fascina el alma con cualquier detalle que me ponga la piel de gallina, cuando deje de llorar porque un niño de Etiopía que veo en la tele se muere de hambre, cuando deje de vibrar porque una mariposa se enamora  de un Elefante del África Central y este estornuda y da vida a cientos de mariposas de colores, entonces, y sólo entonces, quiero ser Domador de Pulgas y trabajar en un Circo y en otros lugares para enseñar las habilidades de mis pulgas, y despetar la sonrisa de los niños y de los adultos y de los ancianos.

Entonces será cuando piense que al fin he madurado, y con la madurez podré intentar, aunque sea durante unos breves momentos, hacer feliz a otras gentes que abrazan el pesimismo,  que la desgracia las abunda, o que la suerte les es esquiva.

Y lo haré con las destrezas de mis pulgas y yo en silencio, en absoluto silencio, porque sólo hablarán mis manos y mi expresión, y porque  todo lo que tenía que hablar ya está hablado, y como me dice una amiga las palabras no dichas son las flores del silencio, y a mis pulgas les encanta las flores.

Y cuando acabe mi actuación me volveré fugitivo y esquivo, porque los halagos que busqué en su día ya los recibí y de ellos me harté y sacié, y ahora son exclusivos para mis artistas, que son las pulgas.
Y ellas recibirán los aplausos, aunque no se enterarán porque son sordas, y por eso cuando una de ellas pica a alguien no oyen el palmetazo de la palma de la mano del herido y siguen atacando y picando, porque si lo oyesen huirían despavoridas.

Mi plan ya está elaborado y tiene varias fases para la puesta en marcha:
Fase 1. Decidir el sexo y el nombre de las pulgas.
Está ya concluida.
Decidí que las pulgas serían pareja ordinaria, o sea pulga macho y pulga hembra. Así parece que es todo más sencillo para nuestra sociedad.
Y respecto de los nombres, pues también resultó fácil. Como es sabido por todo el mundo, soy un fanático culé. Así que en homenaje al juego desplegado por el Barça desde hace ya bastantes años, bautizaré a las pulgas como Tiki la hembra y Taka el macho, que es el nombre del estilo de juego de los azulgrana, el tiki-taka. Además, creo que estos nombres son cercanos y cariñosos, a pesar de su sonido metálico, por lo que pienso que gustarán a sus espectadores. Y los recordarán con facilidad, y ello hará que hablen de mis pulgas en más de una ocasión. Y eso es bueno, porque el recuerdo vendrá acompañado de la sonrisa.

Fase 2. Tener preparado un hogar dentro de mi casa para Tiki y Taka.
Fase realizada.
Encontré una cajita muy linda en mi casa, creo que perteneció a mi madre, y ese será el hogar de mis pulgas artistas.

Fase 3. Localización y selección de la pareja de pulgas.
Pendiente de inicio, aunque el Plan Estratégico está ya diseñado.
Buscaré un perro sarnoso y pulgoso, y cuando lo tenga me echaré a su lado al modo perruno, displicente y como ausente, con la mirada perdida en las musarañas y me estaré a su lado hasta que unas cuantas pulgas salten sobre mi cuerpo e inicien el proceso de chuparme la sangre. Tendré tiempo suficiente para seleccionar la pulga más bella y coqueta de entre las del sexo femenino, y la más musculada y fuerte de entre las del masculino. Después negociaré con ellas sus emolumentos por ser artistas a mis órdenes y me las llevaré a casa no sin antes agradecerle los servicios prestados al perro pulgoso con un par de huesos lisos y morondos.

Fase 4.
El adiestramiento.
Lógicamente pendiente de la conclusión de la Fase 3.
Durará un cierto tiempo, porque pretendo la excelencia en la doma de mis pulgas.
Saltos mortales, volteretas, arrastre de piezas, carreras a la pata coja, disparo de cañones y armas de fuego diversas, mímica, natación, combates de judopulgis, artes marcialpulgas, cocina exclusiva,…
Deben de convertirse en las artistopulgas mejores del mundo y yo en el más grande de los Domadores de Pulgas existentes. Hay que tener objetivos en la vida.

Fase 5 y última.
Decisión de lugares para la actuación.
Circos, fiestas de sociedad, estadios de fútbol, beisbol o básquet, teatros, escuelas, hospitales, conventos, universidades, organizaciones políticas internacionales, cruceros de lujo, obispados, el Kremlin, el Vaticano, la Casa Blanca y la Rosada,…

Todo este planteamiento sólo tiene un problema: no se puede realizar hasta que me haga mayor.
Y eso creo que tardará un poco, pienso, porque me sigue ilusionando ver el amanecer, ver salir el sol, me emociona tocar con las yemas de los dedos el rocío de la mañana sobre las briznas de la hierba de los prados, disfruto íntimamente de la visión de la luna llena, y sobe todo cuando la cruzan las brujas montadas en sus escobas, lloro cuando veo a las hadas asomarse desde la frondosidad del bosque, y a los gnomos laborar en sus campos de cereales mientras sus mujeres cocinan en sus hogares, me quedo extasiado cuando en el roble de mi vecino corretea y gambetea una ardilla de cola negra y cuerpecito de oro oscuro y salta sobre la nuez que la espera, y cuando vuelvo a Barcelona me voy al mar  para al anochecer ver a las sirenas mostrar sus bellas colas escamadas a todos los que como yo sabemos encontrarlas con la mirada.

Será lento este proceso de hacerme mayor, lo que se dice un adulto, porque no sucederá todo de golpe, claro, como ahora mismo me sucede que sigo amando a quien me ha dicho que no, y eso no es adulto, eso no es de mayor.

Me temo que esto va para largo, pero cuando sea mayor yo seré Domador de Pulgas.

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