(Y sigue siendo homenaje a y
recuerdo de Pep Bruno, por supuesto).
El dominio de las Grandes Ratas se extendió como una mancha
de aceite y ocuparon los Gobiernos, los Bancos, las Aseguradoras, las
Petroleras, las Cajas de Ahorro, las Grandes Empresas de la Energía,… y una vez
lo tenían ya casi todo roído, el Gran Gato, al que llamábamos Democracia,
dimitió.
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